LA VOCACIÓN AL AMOR: RETOS Y LUCES

Monseñor Guillermo Elias participa del I Encuentro de Matrimonios, novios y convivientes

08 de noviembre de 2024 (Oficina de Prensa).- Una gran cantidad de parejas de novios, esposos y convivientes, se reunieron en el Mini Coliseo de la Parroquia “Santísimo Sacramento” para participar de una intensa jornada de reflexión que fue dirigida por nuestro Administrador Apostólico Mons. Guillermo Elías Millares, junto al matrimonio conformado por Luis Castillo y Cecilia Blas, quienes forman parte de la Comunidad “Matrimonios de Fuego”, grupo fundado por Mons. Guillermo hace 7 años, quienes vinieron especialmente desde Lima para el encuentro.

La jornada ofreció momentos de meditación, trabajo en pareja y oración, centrados en el fortalecimiento y la restauración de las relaciones de pareja. Los asistentes recibieron herramientas prácticas para sanar, avivar y mantener la llama del amor, a través de un enfoque integral que abarcó aspectos emocionales, psicológicos y espirituales. Además, se brindaron herramientas y tips para fortalecer la relación de pareja. 

El encuentro contó con las experiencias de vida de Luis y Cecilia, que tienen 42 años de casados, quienes ofrecieron claves esenciales para mantener vivo el amor en el matrimonio y brindaron consejos valiosos sobre la convivencia y el amor en pareja en el día a día.

Durante su participación, nuestro Pastor subrayó la importancia del amor y la unidad en la vida matrimonial, e hizo un llamado a renovar el compromiso de amor de cada matrimonio: “Esta vocación al amor que implica a toda la persona en la construcción de su historia, tiene como fin el don sincero de sí por el que el hombre encuentra su propia identidad.  Esta vocación al amor que implica a toda la persona en la construcción de su historia, tiene como fin el don sincero de sí por el que el hombre encuentra su propia identidad. Realizar esta entrega de modo humano exige una madurez de la libertad que permite al hombre no sólo dar cosas, sino darse a sí mismo en totalidad. El fundamento de esta entrega es un amor peculiar que se denomina esponsal. El amor esponsal es a la vez corpóreo y espiritual. En cuanto amor personal, exige la fidelidad al compromiso y la verdad en su realización; como fundamento de una comunión, requiere la reciprocidad que será el camino especifico de su crecimiento y corroboración. Por la totalidad de la entrega que exige va a incluir la corporalidad, que comprende en si la afectividad y hace de este amor de entrega un amor exclusivo. En esa entrega está inscrita, por la fuerza de la naturaleza del amor, una promesa de fecundidad que revela la generosidad desbordante del amor creador divino del cual el hombre participa por su propia entrega”.