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“COMO SAN PEDRO, LLEVEMOS A LOS HERMANOS AL ENCUENTRO CON JESÚS”

Monseñor Guillermo Elías celebra 36° Aniversario de Parroquia en Corrales

04 de julio de 2024 (Oficina de Prensa).- Nuestro Administrador Apostólico, Mons. Guillermo Elías Millares, llegó hasta la Parroquia “San Pedro”, ubicada en el Distrito de Corrales, continuando con su nueva visita Pastoral a Tumbes, y celebró la Santa Misa con ocasión del 36° Aniversario de creación de esta querida comunidad parroquial. La Eucaristía se realizó en la Plaza Mayor del Distrito y fue concelebrada por el R.P. César Ortíz Lupú, Párroco del lugar, quien estuvo acompañado del R.P. Jimmy Coveñas Pacheco, Vicario Episcopal de Tumbes, y el R.P. Moisés Sandoval Prieto. También estuvieron presentes en la Eucaristía los miembros del Consejo Parroquial y de Asuntos Económicos, las Religiosas “Hijas de Santa Ana”, que realizan su labor de apostolado en esta zona, los jóvenes de la Pastoral Juvenil y las familias de los programas de Catequesis, los integrantes de las diferentes hermandades, sociedades y cofradías que forman parte de la parroquia, así como un gran número de fieles de la comunidad parroquial.

Al iniciar su homilía, Monseñor Guillermo felicitó a los miembros de la Parroquia por este importante aniversario y los animó a que, siguiendo el ejemplo de sus antepasados, perseveren en la fidelidad a su fe cristiana y católica, y sigan siendo una comunidad de fe, de culto y de activa caridad, especialmente con los más pobres y vulnerables.

Reflexionando en el mensaje del Evangelio, y en base a la pregunta que Jesús dirigió a sus apóstoles: ¿Quién dicen que soy yo?, nuestro Administrador Apostólico dijo: “Hoy, Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, en el Evangelio Jesús dice a Simón, por Él llamado Pedro: «A ti te daré las llaves del reino de los cielos» (Mt 16,19). Por eso vemos a menudo a San Pedro representado con dos grandes llaves en la mano. Esas llaves representan el ministerio de autoridad que Jesús le confió para servir a toda la Iglesia. Tengamos cuidado de comprender bien el significado de esto, las llaves de Pedro, en efecto, son las llaves de un Reino, que Jesús no describe como una caja fuerte o una caja blindada, sino con otras imágenes: una semilla pequeña, una perla preciosa, un tesoro escondido, un puñado de levadura, es decir, como algo precioso y rico, sí, pero al mismo tiempo pequeño y poco visible”.

En otro momento, Monseñor Guillermo dijo: “Para alcanzar el reino, es necesario cultivar virtudes como la paciencia, la atención, la constancia, la humildad, el servicio. Y Pedro lo hará durante toda su vida, fielmente, hasta su martirio, después de haber experimentado por sí mismo, no sin esfuerzo y con muchas caídas, la alegría y la libertad que vienen del encuentro con el Señor. Fue el primero, para abrir la puerta a Jesús, tuvo que convertirse, y entender que la autoridad es un servicio. Pedro recibió las llaves del Reino no porque fuera perfecto, sino porque era humilde, honesto y el Padre le había dado una fe franca. Por eso, confiando en la misericordia de Dios, pudo sostener y fortalecer, como se le pedía, también a sus hermanos. Hoy podemos preguntarnos: ¿cultivo el deseo de entrar, con la gracia de Dios, en su Reino, y de ser, con su ayuda, su guardián acogedor también para los demás? Y para ello, ¿me dejo modelar por Jesús y su Espíritu, el Espíritu que habita en nosotros, en cada uno? Que María, Reina de los Apóstoles, y los santos Pedro y Pablo nos consiga, con sus oraciones, ser guía y apoyo, para los hermanos, en su encuentro con el Señor Jesús”.

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