MONS. GUILLERMO ELIAS REALIZA VISITA PASTORAL A TUMBES
Solemne Santa Misa en la Iglesia Matriz
10 de junio de 2024 (Oficina de Prensa).- Desde su llegada a nuestra Arquidiócesis, nuestro Administrador Apostólico, Mons. Guillermo Elías Millares, ha estado desempeñando un intenso trabajo pastoral visitando Centros Penitenciarios, Casas de Acogidas, Hogares de Niños y Parroquias de Piura, Sullana, Paita, Bajo Piura y Talara. Esta vez visitó la Región Tumbes para celebrar la Santa Misa con nuestros hermanos de la frontera norte de nuestro País, conocerlos y reunirse con ellos.
En la Parroquia “San Nicolás de Tolentino” se llevó a cabo la Solemne Santa Misa donde se dio lectura al Decreto de la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en nuestro País, con el que se inicia la acción pastoral en Piura y Tumbes, de Mons. Guillermo Elías Millares, quien por gracia de la Sede Apostólica ha sido designado por el Papa Francisco, como Administrador Apostólico de nuestra Arquidiócesis. Concelebraron la Eucaristía, todos los sacerdotes de la Vicaría Episcopal de Tumbes, y estuvieron presentes las principales autoridades, políticas, civiles, militares y policiales de la Región, así mismo participaron las hermandades, cofradías, asociaciones, religiosas y fieles tumbesinos que abarrotaron el principal templo de la ciudad para dar gracias al Señor por el don de nuestro Administrador Apostólico y darle una cordial bienvenida.
Durante su homilía, Mons. Guillermo dijo: “Quiero saludar y agradecer a todos ustedes por las muestras de cariño que me han brindado desde mi llegada. Quiero que sepan, queridos hermanos de Tumbes, que he venido aquí para servirlos. Hoy celebramos la Fiesta de la Santísima Trinidad, fiesta que destaca un misterio central de nuestra fe, el Evangelio nos manifiesta que, desde Galilea, Jesús envía a sus discípulos a anunciar la buena nueva del reino, y les añade que bauticen en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Podemos entonces estar seguros de que la misión consiste en hacer discípulos, proclamar el Evangelio, es decir, la buena noticia, para que quienes los escuchen se conviertan en seguidores de Jesús, personas que hagan de sus enseñanzas, un criterio de vida. La tarea es hacer discípulos, para que todas las gentes vayan a todas las gentes, a todos los rincones, como el Papa Francisco nos está invitando a hacer. Ésa es también la tarea de un Administrador Apostólico, procurar la vida, dar palabras que edifiquen, porque el Evangelio no solo se transmite con palabras, éstas deben estar acompañadas de gestos. La palabra sin el compromiso es hueca, y el gesto sin la palabra no es claro. Se trata entonces de seguir el comportamiento de Jesús que da vida, y Él mismo explica el sentido de su propuesta de vida. Él no vino a llenarnos de preceptos. Él fue enviado por el Padre para generar vida, y vida en abundancia, con la guía del Espíritu Santo”.
En otro momento, y continuando su reflexión en el Evangelio del día, Mons. Guillermo acotó: “Queridos hermanos, pero tengamos muy en cuenta que, el discípulo no es una persona aislada, porque la fe se vive en comunidad. Nuestra fe anuncia a un Dios que es comunidad, un Dios que es un Padre que ha creado, que es un hijo que ha revivido, y es un Espíritu Santo que ha sostenido y sostiene todo lo que existe. Un Dios que es Trinidad, y que en la Biblia nos ha sido revelado, porque Jesús nos habla constantemente del Padre que todo lo hace. Y es que el Hijo viene del Padre, y vive por el Padre y con el Padre. Y el Padre también habla del Hijo, como en aquel momento del Bautismo de Jesús cuando se oye esa voz en los cielos: «Éste es mi Hijo amado en quien me complazco». Y el Hijo también habla del Espíritu Santo, e incluso les dice a los apóstoles que les enviará el Espíritu. Por la Trinidad hemos sido bautizados, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y la semilla de su presencia está en cada uno de nosotros”.
Finalmente, nuestro Administrador Apostólico recalcó: “Hoy inicio un nuevo tiempo con ustedes, en esta querida Región Tumbes, como Administrador Apostólico de la Arquidiócesis. El Santo Padre nos anima a que anunciemos a Cristo. Nos llama a una nueva evangelización, nos hace un llamado a todos los bautizados, para que con fervor y dinamismo llevemos a otros el amor de Jesús y la Buena Nueva del Evangelio, y a mantenernos en un estado de permanente misión. Queridos hermanos, sigamos en este camino como Iglesia, Sinodal, continuando con todo lo bueno que se ha hecho, y consientes de todo lo que se tiene por hacer, en favor de este hermoso pueblo de Tumbes, a quien he venido a servir”.