“EL CUERPO Y SANGRE DEL SEÑOR NOS CONVOCA A CONVERTIRNOS EN ALIMENTO VIVIFICANTE PARA EL MUNDO”
Mons. Guillermo Elías celebra Solemnidad del Corpus Christi en Querecotillo
31 de mayo de 2024 (Oficina de Prensa).- En medio de un clima de profundo fervor, los fieles de la Parroquia “San Francisco Javier” de Querecotillo (Sullana) celebraron la Solemnidad del Corpus Christi con una Santa Misa que fue presidida por nuestro Administrador Apostólico Mons. Guillermo Elías Millares y concelebrada por el R.P. Roland Castro Juárez, Vicario Episcopal de Sullana, El R.P. José Chero More, Párroco del lugar, y el R.P. Carlos Junior Infante Arcaya, Vicario Parroquial. De la Eucaristía participaron también las principales autoridades civiles y militares del Distrito.
Durante su homilía Mons. Guillermo destacó: “Queridos hermanos, estamos reunidos hoy aquí para celebrar al Corpus Christi, es decir, al Cuerpo y Sangre de Cristo, y así proclamar y aumentar nuestra fe en el Señor Jesús, que está realmente presente en la Eucaristía. El Cuerpo y Sangre del Señor nos convoca a convertirnos en alimento vivificante para el mundo. Porque nutrirnos del pan de vida que es su Cuerpo y de la bebida de salvación, que es su Sangre, es integrar a Jesús en nuestra vida para que vivamos conforme a su Humanidad de hijo, de hermano y de salvación. El Corpus Christi, nos revela que el Cuerpo Sagrado de Jesús se manifiesta cercano frente a toda distancia, grato frente a toda ingratitud, exigente frente a toda ambigüedad, alegre frente a toda tristeza, y a la vez pequeño y frágil frente a toda grandeza; y que su Sangre sagrada se manifiesta dulce ante toda amargura, amable ante todo rechazo, consistente ante toda debilidad, accesible ante toda cerrazón, y a la vez simple y sencilla ante toda prepotencia”.
En otro momento, recalcó la necesidad que tenemos de Jesús Eucaristía: “Hermanos, así como el Señor envió a sus discípulos a buscar un lugar para comer la Pascua, también hoy nos sigue enviando a buscar lugares para sentarse Él a la mesa y realizar de nuevo la alianza sagrada con la vida. Nos envía a preparar mesas de fraternidad, mesas donde quepan todos sin exclusión. El Señor no quiso ayer, ni quiere hoy, negarse a nadie. Su cuerpo y su sangre son auténtica comida para todo el que tenga hambre y sed de Dios, y para el que quiera convertirse en alimento saludable para los demás. Él quiere que su Cuerpo y su Sangre alcancen a toda la tierra. Nada ha quedado fuera de su influjo y de su amor. Con más urgencia que ayer, necesitamos hoy del Pan y Sangre del Señor que nos hacen inmortales más allá de toda mortalidad, saludables más allá de toda dolencia, alegres más allá de toda tristeza. Necesitamos al Señor que es Carne y Sangre para sumergirnos en el corazón del mundo”.
Finalmente, nuestro Administrador Apostólico nos recordó que: “La alianza que sella el Cuerpo y la Sangre del Señor es una auténtica liberación que pone al hombre y a la mujer de cara al mundo para que sin miedos y sin reparos, hagan que cada encuentro, reunión, hogar y cada grupo, se conviertan en auténticas mesas de salvación. Repitamos, con la palabra y con las obras: ¡Señor, confío en Ti, me basta tu providencia ordinaria, tu ayuda de cada día! No tenemos por qué pedir a Dios grandes milagros. Supliquémosle, que cuando nuestra fe esté ausente, que ilumine nuestra inteligencia, que fortalezca nuestra voluntad y que permanezca siempre junto a nosotros”.
Culminada la Santa Misa, Mons. Guillermo encabezó la Solemne procesión del Corpus Christi por los alrededores de la Plaza Mayor del Distrito, acompañado de las familias que participan del Programa de Catequesis de Primera Comunión, y los fieles de la zona que realizaron diversos homenajes a lo largo del recorrido la Hostia Santa, que pasó sobre vistosas alfombras de flores que adornaban las calles. Cabe destacar que los niños del Programa de Catequesis en Familia derramaban al paso de la procesión pétalos de flores. Asimismo, al concluir el recorrido y tras la bendición con el Santísimo Sacramento, se realizó un hermoso despliegue de fuegos artificiales que iluminaron los cielos.