PRONUNCIAMIENTO DEL SEÑOR ARZOBISPO METROPOLITANO ANTE LA AGRESIÓN MORTAL A UN ESCOLAR EN PIURA
ARZOBISPADO DE PIURA
PRONUNCIAMIENTO
- Quiero expresar mi profundo dolor y consternación ante el trágico suceso acaecido en nuestra Ciudad el día de ayer, en la que un escolar de apenas 15 años edad fue agredido, por uno de sus compañeros de estudio, hasta provocarle la muerte de manera violenta.
- Asimismo, elevo mis oraciones por su eterno descanso, y expreso mi dolor y cercanía espiritual a su familia y compañeros. Igualmente, ruego a los fieles cristianos de la Arquidiócesis de Piura, que se unan en oración para pedir al Señor que le conceda al menor fallecido la vida eterna, y a su familia, el consuelo y la fortaleza en estos momentos de indecible dolor.
- Con preocupación constatamos el aumento de casos de violencia y muerte en nuestra querida Piura. Ante ellos expresamos nuestro firme rechazo y nuestro compromiso por seguir promoviendo instituciones y acciones que favorezcan una cultura de paz, de tolerancia y de justicia.
- Crímenes horrendos como el vivido ayer en Piura, no deben ocurrir nunca más entre nosotros, pero, además, nos tiene que llevar a pensar en la urgente necesidad de defender, promover y fortalecer a la familia, tanto en nuestra pastoral, como en nuestras políticas públicas.
- Si queremos una sociedad sana, necesitamos familias bien constituidas, en las que se ejercite la comunicación entre padres e hijos. La familia, es la escuela del más profundo humanismo, es decir, es el ámbito natural donde la persona, desde pequeña, recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien. Es en la familia donde aprendemos a escuchar, acompañar, amar, y a respetar toda vida, especialmente la humana. La familia, fundada en el matrimonio entre un varón y una mujer, constituye el ámbito de formación integral de los futuros ciudadanos de un país. No hay nada que pueda sustituir el valor formativo de crecer en un ambiente familiar bien constituido. Sin familia, no hay sociedad que merezca el nombre de humana.
- Sólo con familias bien formadas, desterraremos los males de la violencia familiar en todas sus formas, el bullying, los abusos, y la mala influencia de ciertos medios de comunicación y redes sociales, que transmiten una gran cantidad de anti valores que hoy en día afectan negativamente a nuestra niñez y juventud.
- Encomiendo en mi oración al menor fallecido, para que goce ya de la vida eterna, y para su agresor, le pido al Señor que le conceda el don de un sincero arrepentimiento y conversión de vida. Que, en estos difíciles momentos, Jesús les conceda a ambas familias el don de paz.
San Miguel de Piura, 02 de agosto de 2023
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