ADVIENTO 2025 Subsidios litúrgicos
El tiempo de Adviento, es el momento de prepararnos para celebrar con gozo la Navidad, para celebrar el nacimiento de nuestro salvador. El adviento 2025 inicia el 30 de Noviembre y terminará el 21 de diciembre.
Preparar este tiempo, es vital y especial cuando se realiza de corazón, en espíritu y en verdad. Es preparar la casa y -sobre todo- el corazón para el mejor invitado que podamos tener: nuestro Señor Jesús.
El término “Adviento” proviene del latín adventus, que significa venida o llegada. Durante este tiempo litúrgico, la Iglesia se reviste de color morado, signo de penitencia, esperanza y preparación del corazón. A lo largo de estas cuatro semanas —como dice la tradición, “un camino que nos conduce al encuentro con Cristo”—, Domingo tras Domingo nos disponemos interiormente para acoger al Señor que viene.
La primera semana de Adviento nos invita a contemplar la venida definitiva de Cristo al final de los tiempos. La liturgia nos anima a mantenernos vigilantes, en actitud de conversión y esperanza, recordándonos que “el cristiano vela porque sabe que el Señor no tarda”.
En la segunda semana, la figura de San Juan Bautista resuena con fuerza en la invitación evangélica a “preparar los caminos del Señor”. Este llamado nos recuerda que la conversión no es un acto puntual, sino un proceso continuo: Jesús sigue tocando a la puerta del corazón, porque “la vida cristiana es una conversión permanente”.
La Corona de Adviento
Un hermoso recurso para vivir este tiempo especial en familia es armar, decorar y motivar a los niños a vivir el Adviento explicándoles la tradición de la Corona de Adviento y su significado. La Corona de Adviento está formada por una gran variedad de símbolos: por ejemplo, su forma circular es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe terminar. El verde de sus ramas es el color de la esperanza y la vida, y simboliza que Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. Cada una de las cuatro velas de la corona son un símbolo que nos debe llevar a reflexionar que la obscuridad provocada por el pecado ciega al hombre y lo aleja de Dios, pero después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo, así como hacen nuestras velas. Así también, El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.
La corona debe ser colocada en un sitio especial dentro del hogar, de preferencia en un lugar fijo donde todos al verla recuerden constantemente la venida de Jesús y la importancia de prepararse para ese momento. Asimismo, es conveniente también fijar un horario en el que se prenderán las velas, para así asegurar la participación de todos los miembros de la familia, distribuyendo algunas funciones como de tal modo el arreglo y limpieza del lugar donde estará la corona, el apagado y encendido de las velas, la dirección de los cantos, oraciones y lecturas, etc. De esta manera, todos se sentirán involucrados en la ceremonia.
Este año, compartimos un material especial y sencillo, preparado para vivir este Adviento 2025 en «Culminando el Año Santo Jubilar, caminamos como Iglesia Arquidiocesana juntos hacia Belén». Aquí encontrarán oraciones y meditaciones para vivir en familia el encendido semanal de las velas de la Corona de Adviento, un camino sencillo y profundo para preparar nuestro corazón y abrirlo a la llegada de Jesús, nuestro Salvador.
Descárgalo aquí:
Subsidio para la Primera Semana de Adviento 2025
Subsidio para la Segunda Semana de Adviento 2025
Subsidio para la Tercera Semana de Adviento 2025
Subsidio para la Cuarta Semana de Adviento2025
