“CREAN LO QUE APRENDEN, ENSEÑEN LO QUE CREEN Y PRACTIQUEN LO QUE ENSEÑAN”
Mons. Guillermo Elías, ordena cuatro nuevos Sacerdotes para Piura y Tumbes
25 de noviembre de 2024 (Oficina de Prensa y Comunicaciones). – En medio de un clima de profundo agradecimiento al Señor, el último sábado, fueron ordenados, en la Basílica Catedral de Piura, cuatro nuevos presbíteros para nuestra Arquidiócesis, por imposición de manos de parte de nuestro Administrador Apostólico Mons. Guillermo Elías Millares. La Eucaristía fue concelebrada por un numeroso grupo de sacerdotes de Piura y Tumbes. Estuvieron presentes, además, los familiares de los ordenandos, religiosas, seminaristas y una gran cantidad de fieles de Piura y Tumbes que se dieron cita para ser partícipes de esta enorme bendición para nuestra Arquidiócesis.
Nuncio Apostólico de Su Santidad, el Papa Francisco, felicita a los nuevos sacerdotes
Cabe destacar que, Su Excelencia Reverendísima Monseñor, Paolo Rocco Gualtieri, Nuncio Apostólico de su Santidad, el Papa Francisco, en el Perú, dirigió una emotiva carta a los nuevos presbíteros, en la que expresa su saludo, felicitación y oraciones, en este día tan especial. En ella les dijo: “Queridos Sacerdotes recién ordenados, hoy han recibido por medio de Su Excelencia Monseñor Guillermo Elías Millares, vuestro Administrador Apostólico, el sagrado Crisma que es un aceite perfumado, consérvenlo siempre y difúndanlo entre el pueblo. Es el perfume del Evangelio, que es la persona misma de Jesucristo, que trae la salvación a todos. Caminen siempre en compañía de este perfume, como dice el Santo Padre Francisco: «El verdadero sacerdote misionero, que nunca deja de ser discípulo, sabe que Jesús camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él, percibe a Jesús vivo con él, en medio de la tarea misionera. Si uno no lo descubre a Él, presente en el corazón mismo de la entrega misionera, pronto pierde el entusiasmo y deja de estar seguro de lo que transmite, le falta fuerza y pasión, y una persona que no está convencida, entusiasmada, segura, enamorada, no convence a nadie». Unidos a Jesús buscamos lo que Él busca, amamos lo que Él ama, en definitiva, buscamos la gloria del Padre, vivimos y actuamos para alabanza y gloria suya. El apóstol Pablo dice: «Nosotros somos la fragancia de Cristo, al servicio de Dios». Ustedes son el perfume de Cristo, son el perfume del Evangelio en la Iglesia en el Perú, y en nuestra Iglesia Particular de Piura, este perfume es un regalo, conserven ese perfume que nos da tanta vida y difúndanlo siempre, sobre todo entre los humildes y pobres, dándoles vida y alegría que son ustedes, gusten y vean la belleza de darse totalmente a Cristo, que los ha llamado a testimoniar. Con mis mejores deseos en este camino sacerdotal, beso hoy sus manos llenas de crisma perfumado”.
Durante la Santa Misa, nuestro Administrador Apostólico exhortó a los nuevos sacerdotes: R.P. Joe Smith Agurto Rumiche, R.P. Kevin Eduardo Hermoza Gutiérrez, R.P. Rony Fabián Peña Castillo y R.P. Carlos Tocto Sayago, a entregarse completamente por el bien de las almas.
Durante su homilía, les recordó que: “Hoy elevamos a Dios nuestra acción de gracias por esta Iglesia de Piura y Tumbes, fecunda en vocaciones. Las palabras de Jesús a Pedro en el Evangelio de hoy son las primeras que les quiero compartir a los sacerdotes, religiosos, diáconos y jóvenes seminaristas. Estas palabras nacen de una profunda experiencia de saberse amado radicalmente por Dios e invitado a responder ese amor. Hoy estamos aquí jóvenes para acompañarlos, en ese camino al que Jesús los ha llamado: a evangelizar y acompañar a este pueblo de Piura y Tumbes, reconociendo y combatiendo las causas de desigualdad, de injusticia, que deforman el rostro de Jesús en los hermanos, especialmente de los más pobres, en medio de una sociedad sometida por el poder, el tener y en el dominar. Por eso el Evangelio nos llama a recordar el primer amor y la razón fundamental de nuestra elección. El Evangelio llama a vivir una vida plena, honesta, íntegra, buscando el bien común, pero también nos llama a la unidad, a crear ambientes y espacios de integridad, redes de solidaridad que se extiendan hasta abrazar y transformar la sociedad, mediante el testimonio profético de una Iglesia en salida. Como testigos de Cristo, nosotros los obispos, sacerdotes religiosos, laicas y laicos debemos entender que la misión que el Señor nos confiere es de amar a nuestros hermanos”.
En otro momento les dijo: “Estamos aquí reunidos, para dar gracias por el hermoso don de tener cinco nuevos diáconos y cuatro presbíteros. Nuestro gran sacerdote Jesucristo, eligió a algunos discípulos que en la Iglesia desempeñaran en nombre suyo el oficio sacerdotal, para el bien de todos sus hermanos. El mismo enviado, envía a su vez, a los apóstoles, por el mundo, para continuar sin interrupción su obra. Hoy se hacen presbíteros para hacer las veces de Cristo, maestro y sacerdote, con quien la Iglesia, se edifique y crezca como Pueblo Santo de Dios”.
Monseñor Guillermo los exhortó, además, a vivir con alegría la hermosa aventura que se inicia en sus vidas: “Los animo a que transmitan con alegría la palabra. Sean sacerdotes consistentes, coherentes y transparentes. Crean lo que aprenden, enseñen lo que creen y practiquen lo que enseñan. Ustedes están invitados a tener una espiritualidad diocesana, son pastores de un pueblo que cree, pero que también sufre. Queridos jóvenes, les he compartido todo lo que sueño, espero y anhelo, abierto a la voluntad de Dios, para el futuro. Estamos próximos a iniciar un año de gracia enorme y aquí comenzaremos y continuaremos ese hermoso trabajo que han hecho tantos obispos, sacerdotes, religiosas, laicas y laicos en esta porción de la Iglesia. Comenzaremos en los próximos meses esa escucha al pueblo de Dios para comenzar el proceso de la construcción de un Plan Pastoral Arquidiocesano, que nos permita ser una Iglesia en salida, que acompañe a todos y en todas sus circunstancias, y para eso necesitamos sacerdotes que tengan claridad en lo que implica serlo. He visto estos meses, la vida de muchos de los sacerdotes de Piura y Tumbes, entregados totalmente. Queridos presbíteros, sean sacerdotes santos, porque Piura y Tumbes lo merecen”.
Culminada la Santa Misa, en el Seminario Arquidiocesano “San Juan María Vianney”, se llevó a cabo una celebración por el feliz acontecimiento de estas ordenaciones. Invitamos a todos los fieles de nuestra Arquidiócesis a orar por la santidad y fidelidad, de los nuevos Sacerdotes, para que el Señor Jesús y Santa María los bendigan, acompañen y protejan siempre a lo largo de su ministerio.