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SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS Y CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

30 de Octubre de 2023 (Oficina de Prensa).- Cada 01 de noviembre la Iglesia Universal celebra la Solemnidad de Todos los Santos, y el 02 de noviembre se conmemora a los fieles difuntos. Se recuerda y ora por aquellos que han fallecido, y, especialmente, por quienes se encuentran en purificación, pues sus almas están en el purgatorio. 

Todos estamos llamados a ser Santos

El 01 de Noviembre, la Fiesta de Todos los Santos nos recuerda que, todos los fieles cristianos, de cualquier condición y estado, estamos llamados a alcanzar la santidad, que no es otra cosa que buscar el más alto grado de perfección en nuestra vida, a ejemplo de Jesucristo. La santidad no es sólo el privilegio de algunos, todos estamos llamados a ser santos, en virtud de nuestro bautismo, y nuestra mirada debe elevarse hacia el cielo, hacia la dimensión de la eternidad, de la santidad. Los Santos constituyen la Iglesia Triunfante, ellos interceden por nosotros que conformamos la Iglesia Peregrina. Con el poderoso testimonio de sus vidas y su constante intercesión, nos sostienen en nuestras luchas, nos alientan en nuestro peregrinar y en nuestros esfuerzos de vida cristiana, para que nosotros también alcancemos la santidad.

Pero muchas veces nos preguntamos ¿Cómo se puede llegar a ser Santo? La respuesta es: Configurándonos íntimamente con Jesús, para poder llegar a pensar, sentir y actuar como Cristo. Porque solamente haciendo de Cristo la medida de nuestras vidas, cooperando con la gracia de Dios, y trabajando arduamente para llegar a ser como el Señor, seremos capaces de transformar el mundo.

Pidámosle incesantemente al Señor Jesús, que permita que nuestros corazones ardan de deseos por la santidad, que nunca desfallezca nuestra ansia de seguirlo y llegar a ser uno con Él. Que se mantenga firme nuestro compromiso serio y responsable por ser santos para que, con la acción de la gracia, el empeño y la perseverancia de cada uno, podamos transformar nuestro ser en el de Cristo, el hombre nuevo y perfecto.

Rezar por los Fieles Difuntos y por las almas del Purgatorio

El 02 de noviembre es el día en el que conmemoramos a nuestros seres queridos que nos han dejado, rezamos y ofrecemos Misas por el descanso eterno de sus almas, pidiendo se encuentren gozando ya de la plenitud eterna en el Cielo. Asimismo, pedimos de modo especial por todas las almas que están en el purgatorio en camino hacia la plenitud de la vida. Ellos son las almas de la Iglesia Purgante que aún se encuentran temporalmente purificando sus faltas. Debemos elevar nuestras oraciones por todos los difuntos, conocidos y no conocidos, especialmente por todos aquellos que no tienen a nadie que rece por ellos. Nuestra oración por los difuntos es necesaria, porque ella no sólo los ayuda, sino que después, desde la Gloria Eterna, interceden en nuestro favor.

En esta fecha, hay la hermosa tradición y sana costumbre de que miles se vuelcan a visitar los cementerios para rezar por los difuntos, honrar su memoria y rezar por el descanso eterno de su alma. Lo que nos debe llevar también a reflexionar en el misterio de nuestra propia muerte. Por ello esta fecha es también un llamado a estar vigilantes, alertas y preparados para el momento en el que el Señor nos llame a su presencia, ya que no sabemos ni el día ni la hora. A la muerte no debemos temerle, porque no es el final, sino es el medio que nos llevará al encuentro con Dios, pero debemos estar listos para que no nos sorprenda de manera improvisada.

La Iglesia Católica nos llama a expresar nuestra fe en la resurrección de Cristo, y a expresar nuestro amor por nuestros fallecidos de forma material, ya sea dejando flores en su nicho, cantando o recordando anécdotas en familia, ofrecer una oración por ellos podría ayudarlos a salir pronto del purgatorio y ver a Dios. Así que, si deseas rezar por un alma, ya sea el Día de los Fieles Difuntos, o cualquier otro día, puedes hacerlo siguiendo esta oración que nos ha propuesto, nuestro querido Papa Francisco: 

Oración por los difuntos

Dios de infinita misericordia,
confiamos a tu inmensa bondad
a cuantos han dejado este mundo hacia la eternidad,
donde tú esperas a la humanidad entera,
redimida por la sangre preciosa de Cristo,
muerto en rescate por nuestros pecados.
No mires, Señor, tantas pobrezas, miserias
y debilidades humanas
con las que nos presentaremos ante el tribunal
Final del formulario
para ser juzgados para la felicidad o la condena.
Levanta sobre nosotros tu mirada piadosa
que nace de la ternura de tu corazón,
y ayúdanos a caminar en el camino de una completa purificación.
Que ninguno de tus hijos se pierda en el fuego eterno del infierno,
donde ya no puede haber más arrepentimiento.
Te confiamos Señor las almas de nuestros seres queridos,
de las personas que han muerto sin el consuelo sacramental,
o no han tenido manera de arrepentirse ni siquiera al final de su vida.
Nadie haya de temer encontrarte,
después de la peregrinación terrenal,
en la esperanza de ser acogidos
en los brazos de tu infinita misericordia.
La hermana muerte corporal nos encuentre vigilantes en la oración
y llenos de todo el bien hecho en el curso de nuestra breve o larga existencia.
Señor, que nada nos aleje de ti en esta tierra,
sino que en todo nos sostengas
en el ardiente deseo de reposar serena y eternamente en Ti.
Amén.

(Papa Francisco, Angelus, 2 de noviembre de 2014)

El día de los difuntos y las velaciones en nuestra Arquidiócesis

En Piura y Tumbes se denomina a este día “Velaciones” debido a que se acostumbra a iluminar la tumba del difunto durante todo el día y noche con el fin de «iluminarle» al alma su camino al cielo. Esta celebración se caracteriza por acudir a los cementerios, en donde se limpian y arreglan los nichos y mausoleos, y visitar a los familiares fallecidos, rezando, cantando o relatando anécdotas del ser querido. Además, se llevan coronas de papel o flores que son colocadas en las tumbas; se ofrecen “angelitos”, dulces que son entregados a los niños para conmemorar a un menor de la misma edad que haya fallecido; y también podemos encontrar “roscas de muerto”, con las que se conmemora a los adultos. 

Pidámosle siempre a Santa María, Reina de Todos los Santos, nos ayude a alcanzar la santidad a la que estamos llamados, y roguemos su maternal intercesión por todos aquellos que ya partieron a la Casa del Padre.

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