“SEAN UNA COMUNIDAD PARROQUIAL FRATERNA, UNIDA Y SOLIDARIA”
Mons. Guillermo Elías bendice obras en Parroquia de La Unión
27 de agosto de 2024 (Oficina de Prensa).- La comunidad de la Parroquia “San Silvestre” en La Unión (Bajo Piura) se congregó en medio de un clima de profunda alegría y agradecimiento al Señor, para participar de la Bendición de remozada fachada, techo, e imágenes del templo, que fue presidida por nuestro Administrador Apostólico Mons. Guillermo Elías Millares, quien a su llegada fue recibido en medio de muestras de cariño por los miembros del consejo parroquial y de asuntos económicos, así como por el Párroco, el R.P. Tomy Joseph Vandakunnel, C.M.I. , junto a sus dos vicarios parroquiales, el R.P. Pbro. Bobby Vadayattukumel, C.M.I., y el R.P. Tomy Thengumparambil, C.M.I.
Tras bendecir los ambientes y las imágenes, los fieles presentes expresaron con espontáneos y extensos aplausos su alegría y gratitud por el remozado templo, que es atendido por estos tres sacerdotes, que provienen de la India, tierra de Santa Teresa de Calcuta, y pertenecen a la Comunidad Carmelita de María Inmaculada, que tiene catorce años de presencia en nuestra Arquidiócesis, trabajando diligentemente en el Bajo Piura. Ellos atienden también la jurisdicción de la Parroquia “San Jacinto” de Vice.
Durante su participación, nuestro Administrador Apostólico recalcó: “Quiero agradecerles una vez más, a estos queridos Misioneros Carmelitas de la Inmaculada Concepción, por su presencia aquí en nuestra Arquidiócesis y en especial en esta zona del Bajo Piura. Del mismo modo a las religiosas carmelitas que han llegado a servir, al Santo y Fiel Pueblo de Dios en los distritos de La Unión y Vice, trabajando con amor, generosidad y desprendimiento. Queridos hermanos, junto con sus sacerdotes, esfuércense por hacer cada vez más de esta parroquia una comunidad de fe, de culto y de amor fraterno. Crezcan en una vida de comunión, fraternidad, unidad y solidaridad. Les pido que trabajen muy de la mano con sus sacerdotes para que esta comunidad parroquial brille siempre por su profunda fe, unidad, servicio a los hermanos y capacidad de adoración y culto a Dios”.
Finalmente, les dijo: “Les felicito por su esfuerzo y tenacidad, para embellecer la Parroquia. Pero los animo a no sólo cuidar este hermoso templo que ahora tienen, si no a cuidar el templo de Dios que son ustedes mismos, por lo que están llamados a vivir con alegría y con dignidad como católicos. Continúen construyendo día a día su vida de comunidad”.