PADRE NILES VIALÉ BANCAYÁN
CELEBRA 25 AÑOS DE SACERDOCIO
Arzobispo rinde homenaje a querido sacerdote talareño por su servicio a Dios y a la Iglesia
17 de enero de 2024 (Oficina de Prensa). – El Pbro. Niles Alvino Viale Bancayán, Vicario Parroquial de la Parroquia “Santa Rosa de Lima” en Talara, ha cumplido 25 años de fructífera labor sacerdotal en nuestra Arquidiócesis. Por ese motivo y como signo de acción de gracias al Señor por su ministerio, celebró una Santa Misa, que fue concelebrada por el Pbro. Dr. Eduardo Palacios Morey, Vicario Episcopal de Talara, y el R.P. Alfredo More Quezada, Párroco del lugar, en la que participaron también un gran número de sus hermanos sacerdotes de esta Vicaría Episcopal, así como familiares y amigos. Nuestro Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., participó también de la Eucaristía, al final de la cual le hizo entrega al P. Niles de una hermosa casulla, finamente bordada, a nombre de todos los sacerdotes de Piura y Tumbes, como un reconocimiento a su labor sacerdotal. Finalmente, en el auditorio del Colegio Parroquial Santa Rosa de Lima, se llevó a cabo un almuerzo en el que se rindió homenaje al Padre Niles y se le hizo entrega de un reconocimiento a nombre de la Comunidad Parroquial y de los fieles talareños, en agradecimiento a su servicio y cercanía.
Vivir en el amor de Dios
Durante su homilía, el P. Niles dijo: “Queridos hermanos, la celebración de hoy me hace volver atrás en la historia de mi vida. Vivo cada día ofreciendo a Jesucristo mi gratitud y mi alegría. El «Estoy aquí» que, con plena conciencia, le dí al Señor hace 25 años, me ha permitido darme cuenta lo bello que es seguir a Cristo. No hay labor más hermosa y reconfortante, que estar junto a las personas a las que el Señor quiere llegar con sus dones y su gracia. Lo dejé todo, porque Él me elegió para que difunda Su palabra y cuide de Su rebaño. El Señor me ha permitido anunciar grandes cosas, como el amor, la verdad, y también me ha permitido abrazar su Cruz. Pero pesar de toda prueba, siempre he sentido la fuerza de Dios que me ha levantado. Él, que es rico en misericordia, nunca me ha dejado solo, y eso ha hecho crecer más, cada día, mi amor por Él y mi absoluta entrega al servicio de Su Iglesia. Puedo afirmar que, quien ha escogido el amor de Dios como lugar dónde habitar, sabe que Su mano lo sostiene, sabe que nunca estará solo. Le pido al Señor su gracia, y fuerzas para continuar viviendo en su amor, y los animo a que ustedes también lo hagan. Por que vivir en Él, para Él, y con Él, es la única forma en la que vale la pena vivir”.
Ser siempre el rostro vivo del amor del Señor
Monseñor Eguren, dirigiéndose al P. Niles, le dijo: “Querido Padre Niles, el sacerdote nutre su fidelidad de la fidelidad de Cristo, con quién ha sido configurado el día de su ordenación sacerdotal. Hoy celebramos con gozo las Bodas de Plata del fructuoso ministerio sacerdotal que vienes viviendo. Son 25 años en los que vienes ejerciendo este «oficio de amor», porque, como sacerdotes, participamos del amor del mismo Cristo. Por ello, y como otros Cristos que somos, te animo a que continúes llevando siempre una palabra y un gesto de esperanza a cuantos hoy sufren y padecen. Nunca olvides que, desde el día de nuestra ordenación sacerdotal, nuestro oficio sólo consiste en ser el rostro vivo del amor del Señor en la vida de nuestros hermanos, es decir, en dar el amor de Cristo a los demás. El sacerdote, como auténtico padre espiritual que es, nunca puede abandonar a sus hijos. El Santo Pueblo Fiel de Dios, necesita de nuestra presencia, necesita ser congregado, amado, consolado, curado, y alentado por la esperanza, una esperanza que de nuestra parte debe tomar la forma de escucha, acogida, solicitud, bondad, y caridad. Si bien nuestro ministerio sacerdotal está destinado en primer lugar a la Iglesia, es decir, a la comunidad de los hermanos en la fe, también está destinado a la sociedad en su conjunto, que hoy más que nunca, está necesitada del anuncio de la Palabra divina y de la vida nueva de Cristo resucitado que se comunica por los sacramentos. Quiero expresarte en nombre de todos: de tus hermanos sacerdotes, de los fieles aquí reunidos, de todos los que han tenido la dicha de conocerte, y de los Obispos que me han precedido, un sincero ¡Gracias! por tu entrega, por tu fidelidad, y por tu abnegado trabajo sacerdotal en estas tierras. Todos estamos aquí hoy para acompañarte y darte las gracias”.
Gracias por todo tu amor y entrega generosa
Durante el almuerzo que se ofreció terminada la Santa Misa, los miembros de la comunidad Parroquial le manifestaron al P. Niles su cariño y cercanía, diciéndole: “En nombre de toda nuestra comunidad parroquial querido Padre Niles, queremos expresarte nuestro sincero agradecimiento por toda la labor realizada en estas tierras. Agradecemos todo el amor que pones en el servicio al pueblo de Dios, tu dedicación y entrega generosa a la Iglesia y en especial a los más necesitados. Sabemos Padre Niles que el camino no ha sido fácil, pero te has mantenido firme sosteniéndonos. Damos gracias a Dios, Sumo y Eterno Sacerdote, por el don de tu ministerio. Gracias por mostrarnos con el ejemplo de tu vida, la fidelidad. el amor y la perseverancia”.