SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ
Esposo de la Bienaventurada Virgen María, Patrono de la Iglesia Universal y del Perú
20 de marzo de 2023 (Oficina de Prensa).- Hoy es un día muy especial para la Iglesia Universal y para la Iglesia en el Perú en particular, porque celebramos la Solemnidad de San José, padre adoptivo de Jesús y castísimo esposo de la Santísima Virgen, a quien el Papa Pío IX, atendiendo a las innumerables peticiones que recibió de los fieles católicos del mundo entero, y, sobre todo, al ruego de los obispos reunidos en el concilio Vaticano I, declaró y constituyó a San José como Patrono Universal de la Iglesia, el 8 de diciembre de 1870.
San José modelo de santidad
Dios quiso que Jesús naciera dentro de una familia y estuviera sometido a un padre y a una madre y fuera cuidado por ellos. San José tuvo para Jesús verdaderos sentimientos de padre, la gracia encendió en aquel corazón bien dispuesto y preparado un amor ardiente hacia su esposa María y hacia el Hijo de Dios. José cuidó de Jesús amándole como a su hijo y adorándole como a su Dios. Amaba a Jesús como si realmente lo hubiera engendrado. Le consagró sin reservas sus fuerzas, su tiempo, sus inquietudes, sus cuidados. No esperaba otra recompensa que poder vivir cada vez mejor esta entrega de su vida. Su amor era a la vez dulce y fuerte, tranquilo y ferviente, emotivo y tierno. Constantemente vivió sorprendido de que el Hijo de Dios hubiera querido ser también su hijo. Hemos de pedirle a San José que sepamos nosotros querer y tratar a Jesús como él lo hizo.
La vida de San José, como esposo y como padre, es para nosotros ejemplo de humildad, amor, paciencia, prudencia, obediencia, castidad, fidelidad, valentía y esfuerzo. Fue un hombre de fe, quien asumió con amor y entrega total el tesoro que se depositó en sus manos.
San José, el Santo del Silencio
Como nos los ha recordado en diversas ocasiones nuestro Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V.: “José era un «hombre justo», así lo dice el evangelio, «Justo» viene a ser hombre bueno, que para los judíos implicaba, hombre querido por Dios. En el Plan Reconciliador de Dios, San José tuvo un papel esencial: ser el santo custodio de la Sagrada Familia, el santo que más cerca está de Jesús y de la Santísima Virgen María. No conocemos palabras expresadas por él, tan sólo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. Su vida sencilla y humilde se entrecruza con su silencio integral, que no significa mero mutismo, sino el mantener todo su ser encauzado a cumplir el Plan de Dios. San José, patrono de la vida interior, nos enseña con su propia vida a orar, a amar, a sufrir, a actuar rectamente y a dar gloria a Dios con toda nuestra vida”.
San José, Patrono del Perú
Es importante resaltar que, San José es también Patrono del Perú. El 14 de marzo de 1828 el Congreso de la República elije y toma por patrono de nuestro país al glorioso San José y pone a nuestra patria bajo su especial patrocinio. Los Obispos del Perú solicitaron al Romano Pontífice en 1957 que “confirmase la elección del Celestial Patriarca como Patrono de la República Peruana”, a lo cual el Papa Pío XII accedió emitiendo el 19 de marzo del mismo año el Breve Apostólico con el cual declaró al “Patriarca San José, Esposo de la Virgen María, principal Patrono ante Dios de la Nación Peruana, con todos los honores y privilegios litúrgicos que corresponden a los Patronos de los lugares”.
Pidamos a San José que proteja nuestro País de los desastres naturales
Agradezcamos a Dios por el ejemplo callado y eficaz de quien, por su humildad y obediencia, fue digno de ser llamado padre de Jesús. Imitemos su ejemplo de docilidad y adhesión a la Voluntad de Dios. Pidamos a él su intercesión para que nuestra vida siga los mismos derroteros de fidelidad y entrega al Plan de Dios. Pidámosle que proteja a la Santa Iglesia de Dios y especialmente que cuide de nuestro País, más aún en estos momentos difíciles que estamos viviendo a causa de los desastres naturales.
Vivamos la Cuaresma en compañía de San José
Estamos en plena Cuaresma, tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Acerquémonos al sacramento de la reconciliación y preparemos nuestro corazón para el tiempo gozoso de la Pascua. Podemos hacerlo orando y pidiendo la intersección de San José, con esta hermosa oración que nos propone el Papa Francisco.
ORACIÓN A SAN JOSÉ PARA ACERCARNOS AL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN
San José, padre en la ternura,
enséñanos a aceptar ser amados precisamente en lo que en nosotros es más débil.
Haz que no pongamos ningún impedimento
entre nuestra pobreza y la grandeza del amor de Dios.
Suscita en nosotros el deseo de acercarnos al Sacramento de la Reconciliación,
para ser perdonados y también capaces de amar con ternura
a nuestros hermanos y a nuestras hermanas en su pobreza.
Sé cercano a aquellos que se han equivocado y por esto pagan un precio;
ayúdales a encontrar, junto a la justicia, también la ternura para poder volver a empezar.
Y enséñales que la primera forma de volver a empezar
es pedir perdón sinceramente, para sentir la caricia del Padre.