La resurrección de Lázaro
Locales

“Yo soy la resurrección y la vida”. La vida es inviolable desde la concepción

La resurrección de Lázaro9 de marzo (Oficina de Prensa).- Como ya es su costumbre, nuestro Arzobispo Metropolitano celebró el día de hoy la Santa Misa en la Basílica Catedral de Piura. A ella concurrieron numerosos fieles cristianos entre los cuales estaban los catecúmenos que en la próxima Vigilia Pascual recibirán el santo bautismo y los demás sacramentos de la iniciación cristiana. Estos últimos recibieron de manos de Mons. José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., el Credo y el Padrenuestro, es decir los documentos que desde la antigüedad constituyen un compendio de la fe y de la oración de los cristianos.

Durante su homilía tomada del evangelio del V domingo de Cuaresma (ver Jn 11, 1-45), que recoge el acontecimiento de la vuelta a la vida de Lázaro, Mons. Eguren dijo que, “lo primero que llama nuestra atención es el inmenso afecto y amistad que Jesús tenía por Lázaro, Marta y María, lo cual queda claro en el mensaje que las hermanas le envían a Jesús: «Señor, aquel a quien tú amas está enfermo»; a lo que el evangelio de hoy añade: «Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro». Así como a ellos, Jesús nos ofrece su amistad y afecto”.

La resurrección de LázaroEn otro momento Mons. Eguren explicó que el acontecimiento de devolver la vida a Lázaro, manifiesta a Cristo como el Hijo de Dios, como la Vida misma, y a la vez lo revela como hombre verdadero: “Si ante Marta, Jesús se manifiesta como la Resurrección y la Vida, con María se echará a llorar mostrando así toda su humanidad y la profundidad de sus afectos humanos, hasta el punto que los presentes dirán, «mirad cómo lo amaba». Es ese amor lo que hace que Jesús le devuelva la vida a su amigo Lázaro después de cuatro días de estar muerto y enterrado. Será ese amor lo que lo llevará a morir y a resucitar por nosotros. Será ese amor el que nos dará la victoria sobre nuestra muerte, porque si el Señor resucitó a un muerto de cuatro días, puede llamarnos a todos a la vida eterna”.

La vida es inviolableHacia el final de su homilía, Mons. Eguren hizo un fuerte llamado a defender la vida humana desde la concepción. Sus declaraciones se debieron a la reciente promulgación en Arequipa de un ilegal y mal llamado protocolo de aborto terapéutico: “En el evangelio, el Señor Jesús llora ante la tumba de su amigo Lázaro. Pero también hoy llora ante aquellos vientres maternos donde yacen muertos niños por nacer por el abominable crimen del aborto. Frente a los que impulsan una cultura de muerte pretendiendo una legalización del aborto en nuestro país, tenemos que decir que la vida humana es inviolable desde la concepción. Que esto no es sólo un mandamiento de la fe cristiana, sino una ley natural inscrita en lo profundo del corazón de todo hombre, válida para creyentes y no creyentes…Un niño por nacer no es asunto de opinión, no es una fantasía, y menos una cosa de la que se puede disponer y matar. Un niño por nacer es un ser tan humano como uno ya nacido. Desde Piura mi solidaridad y apoyo a mi hermano en el episcopado, Mons. Javier del Río, Arzobispo de Arequipa, quien en estos momentos se enfrenta en esa querida región del Perú a poderosos intereses económicos de la internacional de la muerte. Desde aquí le decimos que no está solo en su lucha por la vida”.

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