Locales

“SIGAMOS A CRISTO CON COHERENCIA Y RADICALIDAD COMO SANTA MARÍA”

Fiesta de Nuestra Señora de la Luz – Sechura

 08 de septiembre (Oficina de Prensa).- En un clima de mucho fervor y alegría Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura, presidió la Santa Misa por la Fiesta de Nuestra Señora de la Luz en la Parroquia “San Martín de Tours” de Sechura, que contó con la participación de un gran número de fieles. Concelebró la Eucaristía el párroco R.P. José Anselmo Chero More.

Al iniciar su homilía Monseñor Eguren reflexionó sobre el Evangelio de hoy (Lc 14, 25-33): “La enseñanza central de Cristo en el Evangelio es el hacernos tomar conciencia de que si queremos seguirlo tenemos que hacerlo de verdad, no con una decisión a medias, sino con una decisión firme que llegue hasta el final. El verdadero discípulo está dispuesto a dárselo todo al Señor, a dejar y a renunciar a todo aquello que está en contraste con el Evangelio. Jesús no nos obliga a seguirlo, pero si decidimos hacerlo desde nuestra libertad, es claro en pedirnos coherencia, autenticidad y radicalidad, es decir, en hacerlo a Él el Señor de mi vida”.

 En otro momento nuestro Arzobispo se dirigió a los fieles congregados diciendo: “En este día hermoso para Sechura en el que celebramos a nuestra Madre, quien derramó sobre nosotros a Cristo, Luz del mundo, escuchémosla a Ella que nos dice: “Haced lo que Él os diga”, es decir, crean en Él y síganlo porque en Él está la verdadera vida. María es capaz de exhortarnos a esta obediencia de la fe porque además de ser la Madre de Dios, es la perfecta discípula, la perfecta oyente de la Palabra, aquella que le ha dado un “Sí” absoluto al Señor hasta el final. En Ella la radicalidad, la coherencia y la autenticidad de la fe son paradigmáticas”.

Al finalizar nuestro Pastor se dirigió a las familias presentes: “En este día en que se celebra el día nacional de la Familia encomendemos al Señor todos nuestros hogares para que sean cenáculos de amor y santuarios de la vida. En este Año de la Fe pedimos para que la Familia, célula primaria de la sociedad y de la Iglesia, sea ese ámbito donde el tesoro de la fe se transmita de padres a hijos. Queridos papás enséñenle a sus hijos a rezar, enséñenles el Catecismo, transmítanles sus devociones y tradiciones, aquellas que ustedes recibieron a su vez de sus padres”. 

 

 

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