SEMANA VOCACIONAL EN LA ARQUIDIÓCESIS METROPOLITANA DE PIURA
10 de mayo (Oficina de prensa).- Desde el 08 de mayo se está celebrando en nuestra Arquidiócesis la Semana Vocacional en la que los jóvenes de Piura y Tumbes están teniendo diversas instancias para reflexionar sobre su vocación y en la que los sacerdotes de nuestras parroquias han podido dar testimonio de su propia vocación, transmitiéndoles la alegría de servir a Cristo y a su Iglesia en el ministerio sagrado.
Hasta el domingo 15 de mayo se han programado conversatorios y encuentros con los jóvenes, momentos de oración y adoración al Santísimo Sacramento en las diversas parroquias y capillas de nuestra Iglesia local.
Ese mismo día, IV Domingo de Pascua, se celebrará la XLVIII Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones para lo cual el Papa Benedicto XVI preparó un mensaje que lleva por título “Proponer las vocaciones en la Iglesia local”.
El Santo Padre señala en su mensaje que el modelo para la promoción vocacional es el mismo Cristo quien “llama a sus discípulos a seguirle y los educa con amor y esmero”.
Asimismo, el Romano Pontífice afirma que todo católico está llamado a promover las vocaciones en la Iglesia: “Especialmente en nuestro tiempo en el que la voz del Señor parece ahogada por ‘otras voces’ y la propuesta de seguirlo, entregando la propia vida, puede parecer demasiado difícil, toda comunidad cristiana, todo fiel, debería de asumir conscientemente el compromiso de promover las vocaciones”, afirma el Papa.
“También es importante alentar y sostener a los que muestran claros indicios de la llamada a la vida sacerdotal y a la consagración religiosa, para que sientan el calor de toda la comunidad al decir ‘sí’ a Dios y a la Iglesia”, añade Benedicto XVI.
El Santo Padre alienta a aquellos que ya entraron en el Seminario a perseverar recordándoles lo que recientemente les escribió en su Carta a los Seminaristas: “Habéis hecho bien. Porque los hombres, también en la época del dominio tecnológico del mundo y de la globalización, seguirán teniendo la necesidad de Dios, del Dios manifestado en Jesucristo y que nos reúne en la Iglesia universal para aprender con Él y por medio de Él la vida verdadera, y tener presentes y operativos los criterios de una humanidad verdadera”.