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PIURA CELEBRA LOS 193° AÑOS DE INDEPENDENCIA DEL PERÚ CON SOLEMNE MISA Y TE DEUM

25 de julio (Oficina de prensa).- Con ocasión de celebrarse el 193° Aniversario de la Independencia del Perú, los fieles piurano participaron de la Santa Misa y Te Deum en la Basílica Catedral de Piura, donde ofrecieron sus ruegos y oraciones por la Patria. La celebración eucarística estuvo presidida por Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura y contó con la asistencia de las más altas autoridades políticas, civiles y militares de la Región. 

Al finalizar la Santa Misa con alegría y expresando gran cariño por el Perú, los presentes entonaron el Himno Te Deum y el Himno Nacional, acompañados por la Banda de Músicos de las Fuerzas Armadas del Perú.

A continuación les ofrecemos el texto completo de las palabras que pronunció el Arzobispo de Piura y Tumbes para esta importante ocasión:

ORACIÓN PATRIÓTICA CON OCASIÓN DEL 193º ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

Un nuevo aniversario patrio

 Como hace 193 años, los peruanos nos reunimos hoy en este nuevo aniversario patrio para ofrecer el santo sacrificio de la Misa por nuestra nación el Perú. Bien decía Víctor Andrés Belaúnde, que hay dos lugares donde los peruanos siempre se reúnen dejando de lado sus diferencias para fundirse en un gran abrazo de hermanos: uno de ellos es debajo de la majestuosa sombra de nuestra Bandera roja y blanca y el otro el Altar de la Eucaristía.

Que estas Fiestas Patrias sean ocasión para que desde nuestra fe cristiana y católica, forjadora de nuestra “peruanidad”, todos los peruanos nos demos un gran abrazo de hermanos y renovemos el voto solemne que la Patria al Eterno elevó, de hacer del Perú una nación grande en la verdad, la justicia, la honestidad y el servicio, y así Ella permanezca firme, feliz y más libre que nunca por la unión.

Perú: Problema y Posibilidad

Las Fiestas Patrias despiertan en todos nosotros el anhelo de un mejor y mayor compromiso con el Perú; el deseo de amarlo y de servirlo, pero ello hay que hacerlo con realismo, es decir aceptando al Perú como es: “Problema y Posibilidad”. Así no caeremos en esos dos extremos peligrosos que siempre amenazan al alma peruana que son por un lado el triunfalismo y por el otro la desesperanza.

El maestro Jorge Basadre Grohmann solía afirmar al respecto: “Quienes únicamente se solazan con el pasado, ignoran que el Perú, el verdadero Perú es todavía un problema. Quienes caen en la amargura, en el pesimismo, en el desencanto, ignoran que el Perú es aún una posibilidad. Problema es, en efecto y por desgracia el Perú; pero también, felizmente, posibilidad”.1

Se trata entonces de amar al Perú con esperanza, es de decir con optimismo dramático. Dramatismo, porque nuestro querido país muestra hoy en día un rostro herido por la desunión, la corrupción, la violencia, el consumismo, el egoísmo, la frivolidad y la injusticia. Optimismo, porque a pesar de sus problemas el Perú es más grande que éstos, ya que gracias a su rica historia y cultura, impregnadas del mensaje cristiano, nuestra Patria conserva intactas sus posibilidades de despliegue y de desarrollo integral como una Nación a desempeñar un rol protagónico en el contexto latinoamericano y mundial en el tercer milenio de la fe. Así lo afirma Basadre: “A pesar de todo, sin embargo, y por encima de las desgracias que puedan venir por más horrendas que sean, seguimos creyendo en lo que modestamente llamáramos desde 1941 la promesa de la vida peruana”.2

Aplicar la ética a la política: ¡No a la corrupción!

 Este nuevo aniversario de la Independencia del Perú, nos plantea una serie de problemas y desafíos a todos los peruanos.

En primer lugar hay la sensación generalizada que el país está infestado por la corrupción en todas las esferas del poder. Sabemos que la corrupción carcome la confianza ciudadana en el sistema democrático y en el Estado. Recientemente el Papa Francisco con palabras duras pero necesarias denunciaba: “Los corruptos están por todas partes. Y tenemos que decir la verdad: la corrupción es precisamente ‘el pecado a la mano’, que tiene aquella persona con autoridad sobre los demás, sea económica, sea política, sea eclesiástica. Todos somos tentados a la corrupción. Es un pecado a la mano. Porque cuando uno tiene autoridad se siente poderoso, se siente casi Dios. Y, ¿quién paga la corrupción? La corrupción la paga el pobre, la pagan los hospitales sin medicinas, los enfermos que no tienen cuidados y atención espiritual, los niños sin educación y sin catequesis. El único camino para salir de la corrupción, para vencer la tentación y el pecado de la corrupción, es el servicio, porque la corrupción viene del orgullo, de la soberbia, y el servicio nos humilla. El servicio es la caridad humilde para ayudar a los demás”.3

Con el Papa Francisco hoy quiero reiterar a todos, gobernantes y gobernados, que el verdadero poder es el servicio. Tener una vida de servicio es lo que verdaderamente engrandece a la persona humana y no lo contrario. El verdadero poder, la verdadera influencia se ejerce en la medida en que nosotros somos capaces de exhibir un estilo de vida sencillo, cercano, de donación y entrega a los demás, especialmente a los más pobres, a semejanza del Señor Jesús que no vino a ser servido sino a servir (ver Mt 20, 28) y quien se presentara a sí mismo como Aquel que sirve (ver Lc 22, 27).

Queridos hermanos: Urge aplicar la ética de manera renovada a la política. Sin fundamentos éticos la democracia corre el riesgo de deteriorarse con el pasar del tiempo. Sin ética la democracia corre el riesgo de desaparecer, y si ello sucede el país puede entrar en un peligroso espiral de desencuentros y enfrentamientos fruto de la desilusión y de la rabia ciudadana. Giorgio La Pira, político italiano cristiano, cuyo proceso de beatificación está en camino decía: “Los políticos son guías civiles a quienes el Señor confía, mediante las técnicas mutables de los tiempos, el mandato de guiar a los pueblos hacia la paz, la unidad, la promoción espiritual y civil de cada pueblo y de todos juntos”.4 Mí llamado a la clase política de Piura, Tumbes y del Perú entero a que asuman su responsabilidad y su vocación de servir al país y no aprovecharse de él en base a intereses personalistas y egoístas. La Patria no es chacra sino heredad que hay que saber acoger, proteger y engrandecer; es bien común y, como tal, no sólo don sino también responsabilidad.

Elecciones Regionales y Municipales

 En segundo lugar, dentro de dos meses y medio tendrán lugar las elecciones regionales y municipales. Por ello hago un nuevo llamado a los candidatos para que las campañas políticas se realicen con madurez, al nivel del respetuoso debate de las ideas y con programas realistas y viables, donde la defensa y promoción de la familia sea una prioridad. Desterremos los insultos, la manipulación, y las promesas fáciles en las propuestas como instrumento para atraer votos. Exhorto a los candidatos y a los líderes políticos a que contribuyan a fortalecer la confianza en la democracia y el respeto al estado de derecho, y al mismo tiempo ayuden a los ciudadanos a participar libre y adecuadamente en el proceso electoral.

A los candidatos les recuerdo con San Juan Pablo II: “Ningún modelo económico o político servirá plenamente al bien común si no se apoya en valores fundamentales que respondan a la verdad sobre el ser humano, «verdad que nos es revelada por Cristo, en toda su plenitud y profundidad» (Dives in misericordia, 1.2). Los sistemas que elevan lo económico a la condición de factor único y determinante del tejido social están condenados por su propio dinamismo interno a volverse contra el hombre. Solamente acudiendo a las capacidades morales y espirituales de la persona, se obtienen cambios culturales, económicos y sociales que estén verdaderamente al servicio del hombre”. 5

Los medios de comunicación social

Como Pastor veo además otro desafío en la actual situación del Perú: los medios de comunicación social. Éstos no pueden estar sometidos al criterio del interés, de lo sensacional o del escándalo, sino que teniendo en cuenta las exigencias de la ética deben servir a la construcción de una vida más humana y actuar siempre según criterios morales. Hago un llamado a los responsables de los medios de comunicación social a que amen al Perú ejerciendo con responsabilidad su importante función social. El derecho a la libertad de prensa debe siempre garantizarse y con ella el derecho a la expresión y a la opinión, pero las informaciones en su contenido deben siempre responder a la verdad y hacerse en el respeto a la justicia y con caridad. La verdad debe ser la fuente y el criterio de la libertad en la información. Al respecto San Juan Pablo II enseñaba: “El que considera verdadero lo que es falso no es libre; el que afirma lo falso, manteniéndolo como verdadero, no es leal, y se puede faltar al respeto a la verdad tanto diciendo positivamente lo que es falso, como diciendo sólo una parte de la verdad, callando intencionadamente la otra”.6

Asimismo quiero expresar mi preocupación por cierta televisión que está perjudicando a la familia y a la juventud, al difundir a través de algunos programas valores y modelos de comportamiento falsos que fomentan el relativismo moral y el erotismo. Más bien mí llamado a que promuevan los valores espirituales y morales y a que se opongan a cuanto pueda dañar a la familia, en su existencia, estabilidad y unidad.

Queridos comunicadores sociales: Vuestra misión es noble y fundamental para el país. El doctor Alejandro Miro Quesada Garland, destacado periodista peruano, docente y abogado, solía afirmar que “la libertad de prensa, expresión y opinión es el árbol frondoso bajo el cual se cobijan las demás libertades”. Por ello ejerzan con nobleza su importante profesión sirviendo a la verdad, para así contribuir a la edificación de la ansiada Civilización del Amor en el Perú.

Sin Familia, el Perú no tiene futuro

 En el Perú de hoy hay una asignatura pendiente: Defender y promover a la familia. Una sociedad lastimada en la familia no tiene porvenir. Un Perú herido en la familia no tiene futuro. Mucho de la crisis que vivimos hoy, y que tiene en la inseguridad ciudadana una de sus expresiones más dramáticas, se superará si conservamos y fomentamos la verdadera fisonomía de la familia fundada en el matrimonio entre un varón y una mujer quienes constituyen entre sí un consorcio por toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de los hijos.

Queridos hermanos: Cuando la integridad y la estabilidad de la vida familiar se fortalecen, otro tanto sucede con la integridad y estabilidad de la Nación. Y es que la familia fundada en el matrimonio tiene dos valores esenciales para toda sociedad y para toda cultura: la estabilidad y la fecundidad. De esta manera la familia asegura a la sociedad los dinamismos de permanencia y despliegue. En cuanto a su estabilidad, la familia mantiene cohesionada a la sociedad. En cuanto a su fecundidad en la generación y educación de los hijos, la familia permite que la sociedad se proyecte en el tiempo y es garantía para mantener todo lo bueno que el hombre es y hace, y que se expresa en la cultura.

La familia es la primera sociedad natural. Ella es anterior al Estado y la función de éste debe ser garantizarle sus derechos y deberes y no desestructurarla mediante leyes relativistas e inmorales que la exponen al daño de ideologías que la llevan a una crisis.

No al aborto en el Perú.

Finalmente no puedo dejar de lamentar y condenar que el pasado viernes 27 de junio se haya aprobado la primera norma abortista en nuestro país con la dación del mal llamado protocolo o guía técnica para el aborto terapéutico. Desde aquí le reitero mí pedido al Presidente de la República para que bajo el amparo de la Constitución Política del Perú que en su artículo 2, inciso 1 protege la vida de los niños por nacer, derogue este Protocolo de Aborto que ha recibido múltiples críticas por innecesario, tanto en sentido práctico como médico y que carece de sustento legal. El Protocolo emitido sólo responde a intereses internacionales que buscan implementar el aborto a libre demanda desde el Estado. Este tipo de Protocolo no producirá ningún cambio social que favorezca a las mujeres. Es tan sólo una excusa para matar inocentes para luego encubrir todo tipo de abortos como se ha hecho en otros países. Los únicos beneficiados serían los que comenzarán a lucrar con la práctica del aborto abusando de mujeres angustiadas por un embarazo inesperado. Señor Presidente de la República: El mal llamado aborto “terapéutico”, no cura nada más bien mata una vida inocente. Como todo aborto directo o provocado, es un acto intrínseca y gravemente inmoral, por cuanto constituye la destrucción directa de un ser humano inocente, y por ello no está justificado en ningún caso.7 Con humildad y caridad cristianas le pido: ¡Deróguelo! Se lo pide sobre todo el peruano más pequeño e indefenso de todos: el Niño por Nacer a quien hay que incluir y no excluir.

Fe en el Perú

 Queridos hermanos y compatriotas: La Independencia del Perú fue el fruto maduro del compromiso de toda la sociedad peruana, tanto de la capital como de las provincias, quienes hace 193 años tomaron la trascendental decisión de la fundación del Estado independiente en el Perú. La Independencia del Perú es la ilusión por una vida mejor que no desconoce de temores y riesgos. Hoy rendimos homenaje a nuestros Próceres, Héroes y Santos, quienes como verdaderos patriotas, es decir como verdaderos amantes de su tierra de origen y benefactores de su país, comprometieron sus vidas de un modo radical con el Perú y su futuro.

Hoy nosotros somos los herederos de sus sueños e ilusiones. A escasos siete años del Bicentenario de la Independencia del Perú las injusticias, limitaciones y deficiencias que presenta actualmente nuestra sociedad peruana, convoca y compromete hoy nuestro trabajo y nuestra responsabilidad. Como bien sabemos, “la historia del Perú se ha ido forjando al calor de la fe, que ha inspirado y a la vez ha impreso una marca propia a su vida y sus costumbres. A la luz de ella se modeló una nueva síntesis cultural mestiza que une en sí el legado autóctono americano y el aporte europeo”.8 Por ello, recurriendo a nuestra fe cristiana, haremos grande a nuestra Nación, fortaleceremos los valores, ya que sin ellos no hay posibilidad real de construir una sociedad verdaderamente humana, pues ellos determinan no sólo el sentido de la vida personal, sino también las políticas y estrategias de la vida pública.

Santa María: Madre y protectora de nuestro pueblo

A la Santísima Virgen María, a quien hoy veneramos como Nuestra Señora de la Paz, Madre de todos los peruanos y a quien en Piura amamos filialmente en su advocación de Nuestra Señora de las Mercedes, nuestra querida “Mechita”, le pedimos:

¡Dios te salve, María, llena de gracia, Madre de Misericordia!

Te damos gracias porque nos has dado el fruto bendito de tu vientre, Cristo Jesús, autor de nuestra salvación.

Tú, Madre y protectora de nuestro pueblo, nos has acompañado a través de la historia, siendo nuestra Maestra en la fe, en la esperanza y en el amor: muéstranos ahora a Jesús, presentándonos el ejemplo de su vida e intercediendo por nosotros.

En esta hora de gracia y bendición para el Perú, deseamos reafirmar nuestra fe en Cristo Eucaristía, camino, verdad y vida, cuya Palabra queremos acoger en nuestro corazón como Tú la acogiste, de modo que, renovados por la Eucaristía y la Palabra, podamos edificar todos unidos la ansiada Civilización del Amor.

Madre y Señora nuestra, acoge con amor esta ofrenda de tus hijos y bendice esta amada tierra peruana con los dones de la reconciliación y la paz.

Amén.9 

San Miguel de Piura, 28 de julio de 2014

  Fiesta de Nuestra Señora de la Paz

 

1 Jorge Basadre Grohmann, Perú: Problema y Posibilidad, pág. 7.

2 Ibid. pág. 415.

3 Su Santidad Francisco, Meditación diaria, 16-VI-2014.

4 Giorgio La Pira, Carta a Amintore Fanfani, 1964.

5 Juan Pablo II, Viaje Apostólico al Perú, Mensaje al Mundo de la Cultura y a los Empresarios,

15-V-1988.

6 San Juan Pablo II, Discurso a periodistas católicos, 10-II-1989.

7 Ver Mons. José Antonio Eguren Anselmi, Carta Abierta al Presidente del Perú, 27-VI-2014.

8 S.S. Juan Pablo II, Viaje Apostólico al Perú, Mensaje al Mundo de la Cultura y a los Empresarios, 15-V-1988.

9 Ver S.S. Juan Pablo II, Oración de Consagración al Perú, 14-V-1988.

 

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