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NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ CELEBRÓ SU FIESTA PATRONAL EN SECHURA

 09 de setiembre (Oficina de prensa).- En un ambiente muy festivo y alegre la localidad de Sechura, en el Bajo Piura, celebró ayer con una Santa Misa la fiesta patronal de Nuestra Señora de la Luz, conmemorando también la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María.

Espontáneos aplausos y saludos de los pobladores dieron la bienvenida a Monseñor José Antonio Eguren, S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura, quien llegó hasta la Parroquia San Martín de Tours para presidir la celebración eucarística, la cual fue concelebrada por el Pbro. Jorge Dedios, párroco del lugar, y en la que participaron cientos de fieles católicos, entre ellos miembros de la Hermandad Virgen de la Luz.

Durante la homilía Monseñor Eguren explicó que “el amor filial a Santa María es fundamental en la vida cristiana porque quien se acerca a Ella encuentra a Cristo, luz del mundo. Si queremos vernos iluminados por Jesús el mejor camino siempre será aquel que pasa por el amor filial a María porque toda Ella irradia a Jesús, quien nos revela plenamente el misterio de Dios y del hombre. En Él encontramos la Verdad de nuestras vidas”.

Nuestro Arzobispo señaló que ser devoto de la Virgen de la Luz significa “ser hijo de la luz, es decir, andar en la Verdad, en esforzarme día a día por ser santo, por vivir el amor fraterno, por ser irreprochable en mi conducta y vivir las exigencias de nuestra fe con coherencia de vida. Se trata de un sincero compromiso de vida cristiana”. 

“La imagen de Nuestra Señora de la Luz nos recuerda que Jesús nos muestra el camino de salvación para llegar al cielo. Pero ese cielo tienes que merecerlo, tienes que ganártelo apoyándote en la gracia de Dios y poniendo todos tus esfuerzos para convertirte cada día un poco màs…Que la gente cuando te vea, cuando te escuche, cuando también contemple las decisiones de vida que tom as, pueda decir con admiración de ti que eres un cristiano coherente, que sigue a Cristo luz del mundo, que Jesús es tu Señor, que María Santísima es tu Madre y que eres un miembro vivo y activo de la Iglesia”, agregó Monseñor Eguren. 

Nuestro Pastor indicó que “el mejor regalo que le podemos dar a María en el día de la celebración de su Natividad es decirle a Jesús con corazón sincero: creo en ti, me uno a ti, te sigo a ti”.

Cabe recordar que muy probablemente la devoción a la Virgen de la Luz se inicia a mediados del Siglo XVIII a iniciativa de los Misioneros de la Compañía de Jesús que portando el original cuadro de la Virgen daban a conocer los grandes prodigios que ella realizaba.

 Se cuenta que la Virgen, queriendo premiar a su devoto Don José María Dedios Bancayán, quien era un hombre muy piadoso y desde muy pequeño sus padres le habían inculcado el gran amor a Nuestra Señora de la Luz, se le apareció en sueños pidiéndole que mandase a esculpir su imagen, hecho que fue comunicado a todas las personas que ya le tenían devoción. Muy pronto lograron contactar a un afamado escultor quiteño de origen español, de quién al poco tiempo recibieron gratas noticias.

Es en 1780, cuando Don José María Dedios en compañía de los señores Chunga y Antón emprenden el retorno hacia el pueblo de Sechura, portando la divina imagen como un legado de su profunda fe católica. Rápidamente esta noticia fue propagada preparándose al mismo tiempo una recepción apoteósica a la Virgen, en un espíritu de fe y amor a María, acompañado de cantos y oraciones.

 

50 AÑOS DEL COLEGIO SANTA MARÍA DE PIURA

 Por la tarde, Monseñor Eguren celebró en la Basílica Catedral de Piura una Santa Misa por los 50 años de labor educativa del Colegio Santa María de Piura, a la que asistieron autoridades de la Comunidad Educativa bajo la dirección de las Hermanas Misioneras Dominicas del Santísimo Rosario, así como miembros de la institución entre ellos profesores, ex alumnas, alumnas y sus familiares.

La Santa Misa fue concelebrada por el Pbro. Humberto Chávez, S.D.B., Director del Colegio Don Bosco y el Pbro. Carlos Zúñiga, SJ, Director del Colegio San Ignacio.

Monseñor Eguren destacó la labor educativa de esta comunidad dominica, agradeciendo a todos aquellos que durante estos 50 años han participado en esta iniciativa a favor de la niñez y juventud piurana.

 En la oportunidad nuestro Pastor también destacó la misión que debe tener una escuela católica como aquella que ayuda a los jóvenes a enraizar sus vidas en Cristo, tal como lo acentuó el Santo Padre Benedicto XVI en el mensaje que hace algunos días dirigió a los jóvenes del mundo para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid dentro de poco menos de un año. El tema que el Papa escogió para este mensaje retomó una expresión de la Carta a los Colosenses del apóstol Pablo: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (2,7), explicando que “es decididamente una propuesta a contra corriente”, pero que deja muy claro que “el joven es como un árbol en crecimiento: para desarrollarse bien necesita raíces profundas, que, en caso de tormentas de viento, lo tengan bien plantado en el suelo. Así también la imagen del edificio en construcción recuerda la exigencia de fundamentos válidos, para que la casa sea sólida y segura”.

De esta manera, Monseñor Eguren alentó a las Hermanas Misioneras Dominicas a “no tener miedo de llevar adelante esta hermosa misión, pues si bien hoy en día la educación católica es una propuesta contra corriente, es esencial seguir formando integralmente a las jóvenes, educándolas en la fe, con la conciencia de su vocación y misión en el mundo”.

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