MILES DE JÓVENES DE TODO EL MUNDO ABARROTARON EL CENTRO DE MADRID EN INICIO DE JMJ 2011
16 de agosto (Oficina de prensa).- Cientos de miles de jóvenes de todas las nacionalidades abarrotaron el centro de Madrid desde primeras horas de la tarde a la espera de la Santa Misa inaugural de la Jornada Mundial de la Juventud.
Cerca de 400 obispos y 2.500 sacerdotes de todo el mundo acompañaron la celebración eucarística. El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco, dio la bienvenida a los jóvenes llegados de los cinco continentes que han acudido en masa para participar en este importante acontecimiento eclesial.
El Arzobispo de Madrid recordó al beato Juan Pablo II quien exclamó en agosto del 1989, durante la Vigila en el Monte del Gozo con ocasión de la JMJ celebrada en Santiago de Compostela: “Es Dios que nos busca. Él sale al encuentro”. Precisamente uno de los momentos más emotivos tuvo lugar al nombrar por primera vez a Juan Pablo II. “Las Jornadas Mundiales de la Juventud, con su larga trayectoria de más de un cuarto de siglo, son inseparables del Beato. Os estoy hablando del inolvidable, venerado y querido Juan Pablo II. ¡El Papa de los jóvenes!”, ha manifestado el cardenal Rouco para quien Woytila “fue un valiente de Cristo, nada pudo apartarle de su amor”.
¡Sois la generación de Benedicto XVI!
También el Cardenal Rouco mencionó los problemas a los que los jóvenes de hoy se enfrentan en la actualidad. “La globalización, las nuevas tecnologías, la crisis económica os condicionan para bien y, en muchas ocasiones, para mal. Por ello ha propuesto a la juventud, “encontrar al Señor por la única vía que se ha demostrado espiritualmente eficaz: la del peregrino humilde y sencillo que busca el rostro de Jesús”.
Tras las palabras dedicadas a Juan Pablo II, el Arzobispo de Madrid señaló que “los jóvenes que os encontráis aquí sois la generación de Benedicto XVI”. Según ha señalado el Cardenal Rouco, la intención del Papa Benedicto XVI es que “los jóvenes experimenten en la Comunión Católica de la Iglesia, la verdad y la imperiosa urgencia de hacer vida vuestra el lema de la Jornada Mundial de la Juventud 2011: arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”.
En ese sentido, el Cardenal Rouco animó a los jóvenes a que sean discípulos y testigos de Cristo. “Jesús os muestra el camino y la meta de la verdadera felicidad. Una felicidad que no es exclusiva para los creyentes. No sólo a vosotros, sino también a vuestros amigos alejados de la práctica religiosa e incluso de la fe o desconocedores de la misma”.
El Arzobispo de Madrid tuvo también palabras para la patrona de la capital, Santa María, la Real de la Almudena a quien pidió que “vele muy especialmente estos días por vosotros, los jóvenes de esta Jornada Mundial. ¡Que os cuide como sólo Ella sabe hacerlo!”.
Tras la bendición final del Cardenal Rouco, tomó la palabra el Cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, instancia del Vaticano encargado de las Jornadas Mundiales. En su alocución, recordó a los jóvenes que no tengan miedo a expresar su fe: “¡No tengáis miedo! ¡Optar por Cristo en la vida es adquirir la perla preciosa del Evangelio por la cual vale la pena darlo todo!”. Por último, el Cardenal Rouco bendijo unas medallas de Nuestra Señora de la Almudena que entregó a cinco jóvenes de los cinco continentes mientras se repartían a cada uno de los asistentes una insignia igual de la patrona de Madrid.