“LOS ANCIANOS SON EL FUTURO DE UN PUEBLO”
Misa en la Fiesta de Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars
27 de agosto (Oficina de Prensa).- El día de ayer, en la Capilla del Asilo de ancianos de nuestra ciudad, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura, presidió la Solemne Eucaristía con ocasión de la festividad de Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, fundadora de la congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. En esta Misa participaron los ancianitos del asilo, miembros de las congregaciones religiosas, sus bienhechores y benefactores así como una gran cantidad de fieles cristianos.
En su homilía Monseñor Eguren destacó la importante labor que realizan en Piura las Hermanitas de los Ancianos Desamparados manifestando: “Reunidos hoy día para celebrar la santidad de Teresa de Jesús Jornet e Ibars, patrona de los ancianos y fundadora de la Hermanitas de los Ancianos Desamparados, quiero darles las gracias a ustedes queridas religiosas por los 62 años de labor abnegada y generosa en Piura en favor de nuestra ancianidad. Que la fiesta de hoy las renueve en su vocación y misión y las llene de alegría y amor en su servicio a nuestros ancianos. Miren siempre a vuestra Santa Madre Fundadora. Sean como ella dóciles instrumentos del amor de Dios para que así sirvan a Cristo en el prójimo y manifiesten a todos que el amor es real, que salva y que es lo único que llena la vida de sentido y gozo”.
En otro momento de su homilía nuestro Pastor agregó: “El individualismo e egoísmo imperantes hoy en día, llevan a atentar contra la sacralidad de la vida en sus dos momentos más emblemáticos: en la concepción, con el crimen del aborto y en su fin natural, con la eutanasia. Por ello vuestra vocación y misión, aunque tenga sus orígenes en el siglo XIX, tiene hoy en día una vigencia e importancia proféticas. Con el Papa Francisco les digo que los ancianos son el futuro de un pueblo. Sí, aunque parezca un contrasentido: son el futuro de un pueblo, porque ellos no dejan de darnos la sabiduría de la familia, la sabiduría de la vida, la sabiduría de la historia, la sabiduría de la patria, la sabiduría de la fe. Una sociedad que no defiende la vida desde la concepción hasta su fin natural con la muerte, es una sociedad enferma, desquiciada, sin futuro, condenada a la destrucción. En cambio una sociedad que defiende la vida de manera absoluta asegura sus pasos por el camino de la paz”.
Antes de finalizar su homilía nuestro Arzobispo exhortó a los fieles presentes diciendo: “Que el ejemplo de Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars nos mueva a querer a nuestros ancianos, a nuestros abuelos. Nos lleve a rechazar la cultura del descarte y más bien nos impulse a una cultura del encuentro donde nadie sea rechazado sino más bien incluido. Nuestros abuelos se merecen todo nuestro amor agradecido. Queridas Hermanitas de los Ancianos Desamparados. No se olviden que en el servicio amoroso a los ancianos y en la fiel observancia de sus Constituciones está vuestra santificación. Pedimos por ustedes en esta Misa, por el aumento de sus vocaciones y por sus bienhechores y amigos”.

