Las sociedades fuertes se construyen sobre la base de familias fuertes
31 de diciembre (Oficina de Prensa).- Ayer por la noche, el Arzobispo Metropolitano de Piura, Mons. José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., presidió la Santa Misa con ocasión de la Fiesta de la Sagrada Familia, Jesús, María y José, ante la presencia de cientos de fieles que colmaron la Basílica Catedral de Piura en el horario de las 7:30 p.m.
Mons. Eguren al iniciar su homilía, expresó: “Seguimos viviendo en estos días la alegría de la Navidad. La fiesta de la Sagrada Familia se inscribe dentro del gozo del misterio de la encarnación y del nacimiento del Hijo de Dios de Santa María, la virgen. En el evangelio de hoy no encontramos discursos sobre la familia, sino un acontecimiento que vale más que cualquier palabra: Dios quiso nacer y crecer en una familia humana. De esta manera, consagró a la familia como el camino primero y ordinario de su encuentro con la humanidad”.
“De la misma manera que el Niño Dios, nosotros ingresamos a la vida y a la historia a través de una familia, de nuestra familia. Pasa igual con todo ser humano. Por eso la familia es la célula fundamental de la sociedad y patrimonio de la humanidad. La familia es el núcleo en el que la persona aprende primero el amor humano y cultiva las virtudes como la responsabilidad, la generosidad y la fraternidad. Asimismo y gracias a la educación en la fe de sus padres, la persona humana descubre la belleza de la fe y del amor de Dios. Por ello es tan importante que las leyes y las políticas públicas defiendan y promuevan a la familia y al matrimonio. Las familias fuertes se construyen sobre la base de matrimonios fuertes. Las sociedades fuertes se construyen sobre la base de familias fuertes. Sin familia no hay futuro para el hombre y para el mundo”.
En otro momento, dirigiéndose a los padres de familia dijo: “Queridos padres, siguiendo el ejemplo de San José que defendió y protegió a su familia, protejan a sus familias de los modernos Herodes, que tratan de destruir su unidad indisoluble aquella que le da el sacramento del matrimonio. Por medio de la Palabra y de la Eucaristía dominical, custodien y nutran el amor en el seno de sus hogares, Ya que sin amor la familia cristiana no es nada. Invoquemos juntos la protección de María Santísima y de San José sobre todas las familias, especialmente por las que pasan necesidad y se encuentran en dificultades”.
Al finalizar, manifestó: “Deseo a todos un feliz Año Nuevo lleno de las bendiciones del Señor. Que las celebraciones de fin de año no sea un entregarse desenfrenadamente al licor y a las pasiones desordenadas, sino más bien ocasión para hacer un profundo examen de conciencia del año que culmina y para pedir a Dios su bendición y ayuda por el año que comienza. Para ello, los espero mañana lunes 31, las 9.00pm, aquí en la Catedral”.