Santa Misa por las Bodas de Diamante del Colegio “Santa Rosa” de Sullana
29 de agosto (Oficina de Prensa).- Hoy, la Familia Marista estuvo de fiesta al celebrarse la Santa Misa con ocasión de los 75 años de creación del Centro Educativo “Santa Rosa” de los Hermanos Maristas de Sullana. La Eucaristía presidida por nuestro Arzobispo, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., fue concelebrada por el R.P. Manuel Curay Ochoa, párroco de la Parroquia “Santísima Trinidad” y el R.P. Percy Pardo Ramírez. La Capilla del Colegio “Santa Rosa” se vio colmada de miembros de la Familia Marista: el Hno. Félix Saeta y Gutiérrez, Director del Colegio junto a otros hermanos venidos desde Lima, el personal docente y administrativo, los alumnos y sus familiares, amigos y gran número de ex alumnos como el Dr. Enrique Javier Mendoza Ramírez, Presidente de la Corte Suprema de Justicia del Perú y el Dr. César Orrego Azula, Jefe de la Oficina de la Defensoría del Pueblo de Piura, entre otros.
En su homilía Monseñor Eguren recordó con alegría a todos los presentes que “nuestros queridos Hermanos Maristas llegaron a Sullana para fundar este gran Colegio en 1939, un año antes de que se establezca la Diócesis de Piura. Llegaron como precursores, como lo fue en su momento San Juan Bautista, cuya memoria recordamos hoy, para preparar el camino al Salvador y abrir las sendas al anuncio del Evangelio en estas tierras. Damos gracias al Señor por estos 75 años, porque como nos decía San Juan Pablo II: «Hemos de recordar con gratitud el pasado, vivir con pasión el presente y abrirnos con confianza al futuro». Sí, damos gracias por tantos hombres de fe y de buena voluntad que se han formado aquí, muchos nos acompañan hoy y otros ya no están con nosotros, pero a todos ellos los recordamos con gratitud; y además también es ocasión de renovar nuestro compromiso con la misión y lanzarnos hacia el futuro, como lo hicieron vuestros fundadores hace 75 años, con la inmensa confianza de saber que el Señor siempre nos guía en nuestro camino”.

“El día de hoy – continuó nuestro Arzobispo – la persona de San Juan Bautista nos deja importantes enseñanzas para nuestra vida cristiana. La primera es que San Juan Bautista es un hombre de profunda alegría, la cual nunca lo abandonó a pesar de las dificultades y problemas que encontró en su misión de preparar el camino para el Salvador. La segunda enseñanza es que el Bautista nos señala a Cristo como aquél a quién hemos de seguir: «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo». Jóvenes, Jesús es el que viene a buscarte, Él es la respuesta a todas tus interrogantes y tu anhelo de ser feliz, sólo Él garantiza la libertad autentica. ¡Síguelo!, con la humildad y sencillez de Juan el Bautista. Por último, Juan el Bautista no tiene miedo de anunciar al Salvador. Hermanos, no temamos confesar a Jesús y su Evangelio en tiempos en que prima el relativismo de la verdad y la moral. Anunciemos la verdad de Dios aunque nos cueste sufrimiento, tengamos la libertad de proclamar nuestra fe en medio de la sociedad. No seamos como Herodes que, para no quedar mal con sus invitados, mandó decapitar al Bautista. Sólo la verdad es fuente de auténtica libertad”.
Finalmente Monseñor Eguren exhortó a todos a tomar conciencia de que esta obra educativa fue fundada bajo el signo y protección de Santa Rosa de Lima, primera flor de santidad del Perú y de América, para enseñarnos que la santidad, el más alto grado de la vida cristiana, es exigencia de todo bautizado, y que todos estamos llamados a aspirar a la santidad, cada cual desde su propio estado de vida.
Un momento de especial significado y emoción fue el que luego de la Santa Misa, a la entrada del Colegio, se procedió a develar y bendecir las placas recordatorias de los Hermanos Maristas, bienhechores y cooperadores fundadores del Colegio Santa Rosa, en señal de gratitud a todos aquellos que hicieron posible esta obra de Dios.