“LA MATERNIDAD ES LA EXPRESIÓN DEL PODER Y DEL AMOR DE DIOS”
Monseñor Eguren saludó y bendijo con cariño a todas las madres de Piura y Tumbes
13 de mayo (Oficina de prensa).- En el día en que tradicionalmente se celebra el Día de las Madres, coincidiendo este año con la Memoria de la Virgen de Fátima, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura, celebró la Santa Misa en la Basílica Catedral de Piura, en la que saludó y bendijo con cariño a todas la madres de nuestra Región.
Según el Evangelio de este VI Domingo de Pascua, en el que Jesús nos dice "éste es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado”, Monseñor Eguren explicó que el Señor es “la medida del verdadero amor humano. No hay amor más perfecto que el amor de Cristo, un amor que se manifiesta en el libre y total don de sí mismo: ‘Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos’”.
En este sentido, nuestro Pastor sostuvo que “las madres, son la expresión del poder y del amor de Dios, porque una madre ama a su hijo incondicionalmente, están dispuestas a darlo todo por amor a sus hijos… Las madres son las primeras maestras de la Fe, pues nos enseñan a amar, dándose sin esperar nada a cambio”.
Junto con dar sus más sinceras felicitaciones a todas las madres, de manera especial a las de Piura y Tumbes, y reconociendo todo lo que significan para el mundo y para la Iglesia, Monseñor Eguren señaló que “la maternidad es una vocación, es una llamada especial de Cristo. Así Dios en su infinita bondad y sabiduría, le confía a las madres la continuidad y el bienestar de la humanidad… Cada vida concebida, que surge, que crece bajo el corazón amante de una madre, nos hace capaces de apreciar la admirable obra del Creador. Qué lejos de la maternidad se encuentra el crimen horrendo del aborto que quita la vida a una criatura inocente”.
En este sentido, nuestro Arzobispo expresó su preocupación por la perdida del sentido de la maternidad “en tiempos de un creciente antinatalismo, donde el ser madres se ve como una enfermedad, como un problema, y no como lo que es verdaderamente, un don, una bendición, una buena noticia, una profunda alegría”.
Monseñor Eguren recordó también que “como cristianos tenemos dos Madres: la Madre natural que nos trajo al mundo y nuestra Madre espiritual, Santa María, que nos enseña a seguir a su Hijo Jesús, nos protege e intercede por nuestras necesidades… Que la Virgen Santísima, modelo de maternidad, las bendiga y las ayude en sus esfuerzos por hacer de sus hogares fuertes de amor y de unidad”.
Nuestro Pastor además saludó y reconoció a las mujeres consagradas “que viven la maternidad espiritual. Ellas, en su renuncia a la maternidad física y a través de su plena disponibilidad para el anuncio del Evangelio, expresan su maternidad en el cuidado y entrega a quienes más los necesitan, siguiendo el ejemplo de Jesús y de María”.
Antes de la Santa Misa se realizó un Rosario por el mes de María y por el Día de la Madre en el mimo templo, con la participación de los fieles y madres de la Arquidiócesis.
