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Epifanía: “Y cayendo de rodillas lo adoraron”

Epifanía8 de enero (Oficina de Prensa).- Ayer, domingo 7 de enero por la noche, el Arzobispo Metropolitano de Piura, Mons. José Antonio Eguren Anselmi, SCV, celebró en la Basílica Catedral de Piura la Santa Misa con ocasión de la Solemnidad de la Epifanía del Señor, conocida tradicionalmente como “Llegada o Bajada de Reyes”.

Cientos de fieles colmaron las instalaciones de la Catedral piurana para participar en esta fiesta que celebra la manifestación del Señor Jesús como el Salvador de toda la humanidad. Con la adoración de los Magos comenzó a realizarse la adhesión de los pueblos paganos a la fe de Cristo.

EpifaníaDurante su homilía Mons. Eguren destacó el ejemplo de los de los Reyes Magos que personifican la búsqueda del corazón humano lleno de nostalgia de infinito: “La larga búsqueda que los Magos emprenden, encarna la búsqueda del corazón humano creado por Dios y para Dios, lleno de hambre y de nostalgia de infinito. A pesar de los cansancios, problemas y dificultades del camino, fueron perseverantes hasta el final, y el fruto de su perseverancia fue encontrar el Niño Dios en los brazos de María, su Madre. Como ellos, hoy hay muchas personas que buscan sin saberlo a Jesús. En Él buscan la fuente de vida verdadera. Queridos hermanos, nosotros que ya lo conocemos y le amamos, seamos para ellos como la estrella de Belén que los guíe hacia Jesús, a quien siempre encontraremos en brazos de su Madre María”.

En otro momento de su homilía Mons. Eguren reflexionó en la adoración que los Magos le rinden a Jesús y en los regalos que le ofrecen: “Nunca es más grande el ser humano que cuando está de rodillas delante de su Señor. Como los Magos hoy adoremos de rodillas al Señor Jesús dándole el homenaje de nuestra fe, adhesión y amor. Démosle el oro de nuestra libertad, ya que sólo siguiéndolo a Él seremos libres; démosle el incienso de nuestra oración, es decir de un vida profundamente arraigada en la amistad con Él; y démosle el regalo de nuestra mirra, es decir de los sentimientos más nobles y puros de nuestro corazón”.

EpifaníaFinalmente el Arzobispo de Piura y Tumbes fue enfático en señalar que hoy existe el gran peligro de vivir como si Dios no existiese. “Los Magos nos enseñan que la vida sin Dios, manifestado en Cristo Jesús, no sirve. Que un humanismo sin Dios se vuelve irremediablemente contra el hombre mismo haciendo trágica su existencia. De ahí la importancia de buscarlo en todo momento, y de construir el proyecto de nuestra vida y del mundo con Él”.

Terminada la celebración litúrgica, Mons. José Antonio Eguren, se dirigió en procesión hacia el Nacimiento ubicado al interior de la Basílica Catedral de Piura, donde luego de inciensarlo, oró ante el Niño Jesús.

De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, los magos eran hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento del hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra. De la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar. Hasta el año de 474 A.D. sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.

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