El Adviento, tiempo de espera
28 de noviembre (Oficina de Prensa).- El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos, ya que nos invita a celebrar y contemplar el nacimiento del Niño Jesús en Belén, nos impulsa a vivir nuestra vida diaria en la presencia del Señor y nos prepara para la Parusía o venida última y definitiva de Jesucristo en la "majestad de su gloria".
La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para avivar en los creyentes la espera del Señor Jesús.
La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.
Son cuatro semanas
El tiempo de Adviento tiene una duración de cuatro semanas. Este año, comienza el domingo 30 de noviembre y se prolonga hasta la tarde del 24 de diciembre, en que comienza propiamente el tiempo de Navidad. Podemos distinguir dos periodos. En el primero de ellos, que se extiende desde el primer domingo de Adviento hasta el 16 de diciembre, aparece con mayor relieve el aspecto escatológico y se nos orienta hacia la espera de la última y definitiva venida gloriosa de Cristo. Las lecturas de la misa invitan a vivir la esperanza en la venida del Señor en todos sus aspectos: su venida al final de los tiempos, su venida ahora, cada día, y su venida hace dos mil años.
En el segundo periodo, que abarca desde el 17 hasta el 24 de diciembre inclusive, se orienta más directamente a la preparación de la Navidad. Se nos invita a vivir con más alegría, porque estamos cerca del cumplimiento de lo que Dios había prometido. Los evangelios de estos días nos preparan ya directamente para el nacimiento de Jesús.
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La primera de las semanas de adviento está centrada en la venida del Señor al final de los tiempos. La liturgia nos invita a estar en vela, manteniendo una especial actitud de conversión.
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La segunda semana nos invita, por medio del Bautista a «preparar los caminos del Señor»; esto es, a mantener una actitud de permanente conversión. Jesús sigue llamándonos, pues la conversión es un camino que se recorre durante toda la vida.
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La tercera semana preanuncia ya la alegría mesiánica, pues ya está cada vez más cerca el día de la venida del Señor.
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Finalmente, la cuarta semana ya nos habla del advenimiento del Hijo de Dios al mundo. María es figura, central, y su espera es modelo estímulo de nuestra espera.
Para vivir de la mejor manera posible este tiempo litúrgico, hemos preparado el banner "Adviento, tiempo de espera" con material litúrgico donde podrá encontrar reflexiones, oraciones, significado, elementos y personajes del Adviento, al cual podrá acceder a partir de hoy.