“CON LA TENTACIÓN NO SE DIALOGA, SE LA RECHAZA DESDE LA PALABRA DE DIOS”
Domingo I de Cuaresma
06 de marzo (Oficina de Prensa).- La mañana de hoy, ante una gran cantidad de fieles congregados en la Basílica Catedral de nuestra ciudad, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura celebró la Santa Misa correspondiente al Domingo I de Cuaresma. Cabe destacar que durante la Santa Misa, luego de la homilía, Monseñor Eguren llevó a cabo el rito de la elección e inscripción del nombre de los catecúmenos, quienes en compañía de sus padrinos, han iniciado su preparación catequética para recibir los sacramentos de la Iniciación Cristiana en la gran noche de la Vigilia Pascual.
En su homilía, Monseñor Eguren reflexionó sobre el Evangelio de hoy (Mt 4, 1-11) que nos relata el pasaje de las tentaciones del demonio a Jesús: “Realmente el Verbo de Dios ha asumido nuestra condición humana y experimentó la tentación del demonio como nosotros. Hermanos, lo primero de lo que hoy debemos tomar conciencia es que tenemos un enemigo invisible pero real: el diablo, un ángel caído que se rebeló contra Dios, y como no puede vencerlo a Él, busca destruirnos a nosotros sus hijos. El diablo es un ser muy inteligente, pervertido y pervertidor, que busca alejarnos de Dios y su plan, única fuente de verdadera felicidad y libertad para el ser humano. El diablo, padre de la mentira, valiéndose de la tentación nos presenta el mal y el pecado bajo apariencia de bien, para engañarnos y esclavizarnos. Hoy la mayor victoria del demonio es hacernos creer que no existe, pero ciertamente “nuestro enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar” (1P 5,8).
Luego agregó: “En la tres tentaciones del demonio al Señor vemos cómo trató de alejarlo de la voluntad de su Padre, de su vocación y misión de Mesías y Salvador de la humanidad. Así también el diablo nos tienta para alejarnos del plan de Dios, busca pervertir nuestra vocación cristiana. Ahora bien, recordemos las palabras de San Agustín: «te fijas que el Señor fue tentado, pero no en que venció». Hoy el Señor Jesús nos quiere enseñar que sí es posible vencer a la tentación y al tentador. Cristo no dialoga con la tentación como hizo Eva, sino que opone a la sugestión y a la mentira del Maligno, la Palabra de Dios. Queridos hermanos, el mensaje que nos da el Evangelio el día de hoy es de esperanza, porque en nuestra lucha contra el tentador y contra el pecado sí podemos vencer siempre que tengamos con nosotros a Jesucristo. Si Cristo venció al tentador y a la tentación, también nosotros podemos hacerlo junto a Él”.
Antes de finalizar nuestro Arzobispo exhortó a los fieles presentes: “Hermanos, no permitan que el demonio destruya su vocación cristiana, no le tengan miedo, no estamos solos, el Señor está con nosotros. Y cada día también elevemos nuestra oración a la Virgen María quien pisa la cabeza de la serpiente, y a San Miguel Arcángel nuestro patrón, para que nos ayuden a combatir contra el Maligno y a poder vencerlo. Entremos en el camino de esta Cuaresma con un espíritu combativo y con la profunda esperanza de que podemos vencer al tentador y a la tentación”.