Santa Misa en la Basílica Catedral
Locales

“Caná: Vivir la obediencia de la fe nos realiza en auténtica libertad”

Santa Misa en la Basílica Catedral15 de enero (Oficina de Prensa).- Ayer 14 de enero por la noche, segundo domingo del tiempo ordinario, el Arzobispo Metropolitano de Piura, Mons. José Antonio Eguren Anselmi SCV, celebró la Santa Misa en la Basílica Catedral de Piura.

El interior de la iglesia madre de Piura, lució llena de fieles quienes por cientos se congregaron para participar en la celebración litúrgica dominical que semanalmente celebra el Pastor de Piura y Tumbes.

Santa Misa en la Basílica CatedralMons. Eguren durante su homilía meditó en el significado del Evangelio del domingo (Juan, 2, 1-12), donde se narra el milagro en las Bodas de Caná: “Fijemos nuestra atención en el milagro, o signo como lo llama San Juan. María, la Madre de Jesús, da a los sirvientes esta instrucción: «Hagan lo que Él les diga». Y después Jesús formula dos órdenes: «Llenen las tinajas de agua» y «sáquenlo y llévenlo al mayordomo». El Evangelio nos dice que se trataba de seis tinajas con cien litros de agua cada una, es decir seiscientos litros en total que fueron convertidos en vino abundante y de excelente calidad. Este vino bueno y abundante representa el gozo de los tiempos mesiánicos y de la salvación que finalmente han llegado en el Señor Jesús”.

Asimismo, el Pastor de Piura expresó que “Caná nos revela las dos caras de la maternidad espiritual de María: Frente a Dios es toda súplica, ruego e intercesión por nosotros. Pero frente a nosotros es toda exhortación a la obediencia de la fe: «Hagan lo que Él les diga». Es como si María nuestra Madre nos dijese hoy: «si quieren tener vida, ser felices, y construir en el mundo la ansiada civilización de amor, crean en mi Hijo, créanle a mi Hijo, sean en todo semejanzas a Él, síganlo con corazón generoso» La obediencia de la fe nos realiza en auténtica libertad. Curiosamente en todo el Evangelio sólo hay dos personas que nos exhortan a esta obediencia de la fe: Dios Padre en la escena de la Transfiguración, y María, Madre de Dios, en las Bodas de Caná”.

Santa Misa en la Basílica CatedralFinalmente, Mons. Eguren dijo que así como en Caná, ahora también la Virgen María está atenta a nuestras necesidades. Desde el Cielo se interesa y vela por cada uno de nosotros, y sobre todo se esfuerza por configurarnos con su Hijo el Señor Jesús, el hombre nuevo y perfecto: este es el sentido más profundo y rico de su maternidad espiritual.

“La intervención maternal de Santa María es fundamental en Caná. Su intervención llena de reverencia, de fe y confianza en su Hijo propicia el milagro, y con él, la manifestación de Jesús como el Reconciliador, y la fe de sus primeros discípulos en Él. Así como en Caná, María estará también con su Hijo en su Hora decisiva: al pie de la Cruz; cuando Jesús manifieste plenamente su gloria, la que ahora inicialmente revela en Caná, dando su vida por nuestra reconciliación”.

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