JÓVENES PEREGRINOS DE PIURA Y TUMBES PARTICIPARON DE LA JMJ LISBOA 2023
24 de agosto de 2023 (Oficina de Prensa).- Del 01 al 06 de agosto, miles de jóvenes de todo el mundo se reunieron para participar de la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se llevó a cabo en Lisboa (Portugal). Como se sabe, la JMJ tiene como finalidad incentivar la participación de los jóvenes en la vida y misión de la Iglesia, así como compartir y celebrar su fe.
Desde nuestra Arquidiócesis participaron de la JMJ un numeroso grupo de jóvenes quienes llenos de emoción, con gran expectativa, y haciendo un gran esfuerzo, partieron hacia Lisboa, para encontrarse con nuestro querido Papa Francisco y vivir esta gran fiesta de la fe, representando a todos y cada uno de nosotros. Los jóvenes peregrinos de Piura y Tumbes pertenecen a la Pastoral Juvenil de las Parroquias San José en Tumbes, Santa Rosa de Lima en Talara, Cruz del Norte y San José Obrero en Piura. También conformaron la delegación sacerdotes, consagrados y consagradas, así como jóvenes pertenecientes a diferentes movimientos eclesiales de nuestra Arquidiócesis.
Pudimos conversar con algunos de los peregrinos de nuestra Arquidiócesis, que tras su participación nos cuentan su experiencia de vida en la JMJ Lisboa 2023.
Katia Lucía Palacios Fernández, de la Parroquia San José Obrero, en Piura, nos dice: “Este año pude vivir mi primera experiencia en una Jornada Mundial de la Juventud que se llevó a cabo en Lisboa. Viajé junto a Estrella Jiménez, Najhomy Carrasco, Rosita Mayo, Jimmy Madrid, Maria Fe Cruz y Jhonatan Morán. ¡Qué increíble es ver a tantos jóvenes con sed de Dios, caminando en las calles y haciendo el lío que la Iglesia nos pide, salir a las periferias y anunciar el mensaje de Dios a todo el mundo! Fue una semana llena de actividades entre catequesis, conciertos, horas santas, vigilia, en dónde en cada momento compartimos con personas de diferentes países, diferentes culturas, pero con un mismo objetivo, querer conocer más a Dios. Dentro de la JMJ, tuvimos encuentros Rise – Up que eran como unas catequesis que recibían todos los jóvenes alrededor del mundo. Estos encuentros se cerraron con una misa en dónde pudimos limpiar nuestro corazón para recibir a Jesús y poder seguir siendo testimonio de su misión aquí en la Tierra. Asimismo, los conciertos en el Festival de la Juventud nos ayudaban a confraternizar y a conocer que hay mucho talento joven que alaba a Dios con diferentes canciones creadas para orar y entablar una conexión directa con Él».
«Cada momento junto al Papa Francisco fue muy valioso porque nos daba mensajes importantes para seguir fortaleciendo nuestra vida de cristianos. Un millón y medio de jóvenes nos reunimos en Campo de Graça para tomar el ejemplo de la Virgen María: levantarnos y salir de prisa para que al volver a casa podamos ser testigos vivos del amor más misericordioso con todos los que se nos crucen. Estoy tan agradecida con Dios y con todas las personas que nos apoyaron para lograr asistir a este evento de la Iglesia tan grande que me ayudará a caminando hacia la santidad. Animo a que muchos más jóvenes puedan proyectarse a vivir esta experiencia que les servirá en su vida de fe, a dejar nuestros proyectos en las manos de Dios y estar seguros de que su voluntad, siempre será para algo mejor, porque Él hace todo nuevo”.
Por su parte, el R.P. Alfredo More Quezada, Párroco de la Parroquia Santa Rosa de Lima en Talara, nos cuenta: “Participar de la JMJ ha sido un detalle de la presencia del amor de Dios en la peregrinación que, como todos, terminará el día de la muerte. Tres acontecimientos me han precedido al encuentro con el Papa. Un tema del amor y la sexualidad en San Juan Pablo II, dado por un ponente de los Estados Unidos para sacerdotes de todo el mundo en la Parroquia Santa Joana Princesa (Lisboa). Ha sido una bendición compartir con varios sacerdotes un tema que nos ha recordado que toda enseñanza debe partir de la Eucaristía como sacramento del amor por excelencia. También, el sacramento de la penitencia que administré por un buen tiempo a jóvenes de distintas nacionalidades de habla hispana y que al anunciarles el amor de Dios se han alegrado y llorado de este amor expresado en el perdón. En tercer lugar, el encuentro con Nuestra Madre, la Virgen de Fátima en su santuario donde pude pedir gracias especiales para los sacerdotes de la Arquidiócesis y que me recordó la importancia del rezo del santo rosario en la vida cristiana, pero sobre todo en la vida sacerdotal. Y en esta misma línea, contemplar el lugar de santos como los pastorcillos de Fátima y San Antonio de Padua que son parte de la historia y que nos invitan a hacer historia”.
“Escuchar al Papa en la vigilia y la Eucaristía me hacen recordar las palabras con las que empezó la homilía parafraseando las palabras de San Pedro: “Que bien se está aquí”. En la hermosa mañana dominical contemplando la naturaleza, es decir el río y el puente Tejo y el sol que no dejó de acompañarnos. En la comunión de la Iglesia expresada en el encuentro con el vicario de Cristo, mis hermanos sacerdotes y la juventud viva de la Iglesia. Y en las palabras del Papa invitando a la misión sin tener miedo. Junto a otros sacerdotes hemos caminado un montón, hemos visto la hospitalidad de Lisboa, la multitud de jóvenes hablando un mismo lenguaje, el de la caridad y el seguimiento al Papa. Además, he visto la necesidad que tiene la juventud de ser bien formada en la Iglesia, que es Madre y Maestra».
«Dios se manifiesta de distintas maneras: en las familias que te acogen, el compartir con los otros peregrinos con quienes te encuentras, la fe en nuestra Madre María, el intercambio de experiencias y momentos a pesar de no hablar el mismo idioma. Sin embargo, siempre quedará en la memoria la unidad que emerge de la Eucaristía, y el silencio de la Exposición del Santísimo como el paso de Dios entre nosotros. No puedo terminar sin expresar mi alegría porque 10 jóvenes y 3 laicos de mi Parroquia han participado también de esta JMJ y mi agradecimiento a mi Arzobispo, Monseñor José Antonio Eguren, que permitió que haya podido ir al encuentro del Papa en esta jornada. Además, agradecer a las personas que me han ayudado para esta peregrinación. Todo esto me anima a seguir peregrinando en esta vida al servicio de Dios y de la Iglesia y a prepararme para el jubileo del 2025 donde también espero estar con mis hermanos sacerdotes de todo el mundo en Roma siguiendo la invitación dada por el Papa Francisco”.
Miriam Fiorani Cueva, es una joven de la Parroquia Cristo Rey, quien nos cuenta su experiencia: “Tengo 25 años y este año tuve la gracia de participar de la JMJ Lisboa 2023. Es la tercera vez que Dios me regala esta experiencia y en definitiva muy diferente a las anteriores. Participé con el grupo de 400 jóvenes del Perú que fuimos como parte del Camino Neocatecumenal. Desde el año pasado que empecé a juntar el monto de la peregrinación, en mi corazón anhelaba dos cosas que nunca dejé de pedirle a Dios: descubrir mi vocación y que crezca mi amor a la Virgen María. Dios ha sido grande conmigo y he vivido el cielo en la tierra durante 22 días que ha durado la peregrinación. Hicimos la mitad del recorrido en España, visitamos el Santuario de la Virgen del Pilar en Zaragoza, celebramos la Eucaristía y mientras rezábamos el rosario pedíamos una gracia a la Virgen. Soy muy orgullosa y autosuficiente, por lo que la Virgen me regaló lo siguiente: me lesioné la mano ese día y estuve sin poder usarla por 2 días, me dio una fuerte migraña que me llevó a la cama todo el día y en la Vigilia con el Papa me resfrié. Fue un regalo porque me ayudó a vivir con calma, recibir ayuda, entrar en la humildad».
«Durante la Adoración al Santísimo en la Vigilia con el Papa en Lisboa vi como tantos jóvenes, doblamos rodillas para la Adoración, fue un momento muy íntimo con el Señor, el Papa nos invitó a no dejarnos robar la alegría de la Fe. Terminamos la peregrinación en el Santuario de la Virgen de Fátima, el primer día fuimos a la Capilla de las Apariciones, donde deposité las intenciones de mi comunidad y familia, rezamos el rosario y pedimos por la intercesión de nuestra Madre. La contemplé por mucho tiempo mientras hablaba con ella y es que Dios ya me estaba regalando esa gracia de amarle más. El Señor grabó en mi corazón que no solo lo tengo a ÉL como Padre sino a María como Madre. Como anunció el Santo Padre, nos vemos en Seúl 2027”.
Arantxa Valladares Ipanaqué, Angela Juárez Salazar, Brenda Juárez Salazar, Dana Juárez Salazar, Jimena Chanduvi Espinoza, Madian Cárcamo Olaya, Martin Carcamo Olaya, Norelys Castillo Paiba, Pablo Atoche Avalo y Zaid Salazar Grau, son un grupo de jóvenes de la Parroquia Santa Rosa de Lima, en Talara, quienes nos comentan: “Es gratificante para nosotros poder dar testimonio de nuestra vivencia como voluntarios en la Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023, como un grupo de jóvenes talareños que han logrado llegar tan lejos. Si bien tuvimos que pasar por diversas adversidades y realizar un arduo trabajo para cumplir el sueño de participar, nos queda claro que el poder de Dios es infinito el cual se presenta en las palabras del Santo Padre el Papa Francisco: María nos enseña que se necesita la constancia en el caminar, la que ustedes han demostrado para llegar hasta aquí. Paso a paso se llega lejos”.
“Hemos entregado nuestro servicio al Señor Jesús de manera que disfrutamos nuestro trabajo como voluntarios, el ayudar a otros, escuchar las dudas de las personas, atender al que lo necesita y siempre con una sonrisa. Nos sentimos alegres de poder compartir el gesto misionero con personas que no podían participar de la jornada, como lo son: los presos en las cárceles, los ancianos en los asilos, los niños en los orfanatos y guarderías; cada uno de nosotros visitó un lugar distinto y compartió con alguien en específico de manera que pudimos llevar el nombre de esa persona durante toda la jornada”.
“Fue muy hermoso ver que para amar a Dios no existe idioma o barrera. Sentir el amor de muchos jóvenes hacia Dios, en un mundo donde somos nosotros los que más tendemos a caer en las tentaciones, nos llena de esperanza”.
“Otra de las frases del Papa la cual caló mucho en nuestra vivencia fue: «En la vida solo hay una cosa gratis: el amor de Jesús»; porque muchas veces nos preocupamos tanto por dónde iremos a dormir, qué comeremos y demás cosas, pero hemos comprobado que la providencia de Dios es infinita, que no nos abandona, que a pesar de estar solos en un país desconocido su amor traspasa todo y nos envía personas de buena voluntad para que se cumplan sus propósitos”.
“Agradecemos infinitamente a cada una de las personas que nos apoyaron e hicieron posible este sueño, ahora que estamos en nuestros hogares nos queda la misión evangelizadora de compartir nuestra alegría, nuestra fe y nuestro testimonio a todo aquel que nos rodea; compartir el amor de Dios, ese amor que es para TODOS”.