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“JESÚS QUIERE QUE ESTEMOS CERCA DE ÉL”

Mons. Guillermo Elías preside Santa Misa en el V Domingo de Pascua

28 de abril de 2024 (Oficina de Prensa). – La mañana de hoy, un gran número de fieles católicos, se reunieron en la Basílica Catedral de Piura para participar de la Santa Misa que nuestro Administrador Apostólico, Mons. Guillermo Elías Millares, celebró en el V Domingo de Pascua.

Permanecer en Cristo

Reflexionando en el Mensaje del Evangelio de hoy, Monseñor Guillermo nos recordó que: “Hoy el Evangelio nos propone el momento en que Jesús se presenta como la verdadera vid y nos invita a permanecer unidos a Él para dar mucho fruto. La vid, es una planta que se hace una con los sarmientos; y los sarmientos son fecundos solamente en cuanto están unidos a la vid. Esta relación es el secreto de la vida cristiana, y el evangelista Juan la expresa con el verbo «permanecer». «Permanecer en mí, dice el Señor; permanecer en el Señor». Ese «permanecer» en Cristo es lo que nos permite, llevar en la sociedad una forma distinta de vivir y de darnos a los demás. Se trata de permanecer en el Señor para encontrar el valor de salir de nosotros mismos, para adentrarnos en las necesidades de los demás y hacer vivo nuestro testimonio cristiano en el mundo. Este coraje nace de nuestra fe en el Señor Resucitado y de la certeza de que su Espíritu acompaña nuestra historia. Uno de los frutos más maduros que brota de la comunión con Cristo es el compromiso del amor, nuestro compromiso de caridad hacia el prójimo, amando a los hermanos con generosidad, sobre todos a los últimos, a los pobres, como Jesús nos amó. ¿Cómo podríamos realmente ser signos de vida en el barrio, en la casa, en el trabajo, ahí donde estemos, si no tenemos al Señor Jesús en nosotros?”

Todos estamos llamados a ser Santos 

En otro momento, nuestro Administrador Apostólico dijo: “Tal como hicieron los Santos, quienes vivieron en plenitud la vida cristiana y el testimonio de caridad, también nosotros hemos de ser íntimos con el Señor. Sólo así seremos capaces de dar frutos de vida nueva, de misericordia, de justicia y de paz, que derivan de la Resurrección del Señor. Los Santos, aquellos vivieron en plenitud la vida cristiana y el testimonio de la caridad, porque eran verdaderos sarmientos de la vid del Señor. Todos nosotros estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra con la riqueza que recibimos del Señor Resucitado”.

Finalmente, Monseñor Guillermo nos animó a que: “Permanezcamos en Jesús, y el Señor Resucitado permanecerá en nosotros. Después de que Cristo subió al Padre, es tarea de nosotros, sus discípulos, seguir anunciando el Evangelio con la palabra y con nuestras obras. Dando testimonio de su amor con nuestro ejemplo de vida. Dentro muy poco recibiremos los dones del Espíritu Santo, y así podremos hacer todo le bien posible a nuestro prójimo, a la sociedad, y a la Iglesia. No olvidemos que por sus frutos se reconoce el árbol. Una vida verdaderamente cristiana da testimonio de Cristo allí donde el Señor nos quiera tener. Hoy la Palabra nos confirma que Jesús quiere que estemos cerca de Él, porque sin Él no somos nada”.

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