«HAGAN SENTIR A NUESTROS ENFERMOS EL AMOR Y EL CONSUELO DE CRISTO»
Arzobispo celebra Santa Misa por lo médicos piuranos fallecidos durante la pandemia
11 de octubre de 2022 (Oficina de Prensa).- Nuestro Arzobispo Metropolitano Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., presidió una Santa Misa en la Basílica Catedral de Piura, con ocasión del Día de la Medicina Peruana, la misma que fue especialmente ofrecida en acción de gracias al Señor por el don de la vida y la salud, pero también se pidió por el eterno descanso de los más de 22 médicos piuranos que han entregado sus vidas en el cumplimiento de su deber en la primera línea de batalla contra el Covid-19. Participaron de la Santa Misa el Señor Doctor Christian Requena Palacios, Decano del Colegio Médico en Piura, quien estuvo acompañado de los miembros de la Junta Directiva del Consejo Regional VII Piura del Colegio Médico del Perú.
Durante su homilía, y dirigiéndose a los médicos, nuestro Arzobispo les dijo: “Queridos médicos, sabemos que su vocación de servicio los lleva a entregarlo todo por sus enfermos y sé que todos ustedes tienen que realizar a diario sus actividades sanitarias en medio de grandes carencias, sin la infraestructura, equipos e insumos médicos necesarios, adecuados y suficientes, a lo que se suma la falta de personal, por lo que tienen que multiplicarse en sus esfuerzos. Por ello me pregunto: «¿Quién cuida al que cuida?». Quiero que sepan que estoy con ustedes en sus justos reclamos, y que yo también pido y demando a las autoridades nacionales y regionales que atiendan todas y cada una de sus necesidades, en especial, el tan ansiado Hospital de Alta Complejidad para nuestra Región, que de hacerse realidad ahorraría tanto sufrimiento a nuestros pacientes que necesitan una atención crítica y especializada, y que hoy se ven obligados a viajar a Lima u otras ciudades del país para sus tratamientos médicos”.
En otro momento, Monseñor Eguren agradeció la esforzada labor de los médicos durante la pandemia: “Sabemos muy bien que desde el primer día de la emergencia ustedes vienen trabajando al límite de sus fuerzas, luchando en la primera línea de combate por salvar la vida de las personas contagiadas durante la pandemia, por ello nuestro reconocimiento y eterna gratitud. Ustedes son «los santos de la puerta de al lado», como los ha llamado el Papa Francisco, «los Mártires de la Medicina Peruana», «los Héroes de Bata Blanca», porque en todo momento desempeñan su labor con gran amor y abnegación, incluso poniendo en riesgo sus propias vidas”.
Asimismo, los animó a que, además de curar, cuiden y acompañen a los enfermos: “Recuerden siempre que la vida es sagrada y que ella pertenece sólo a Dios, y por eso debe ser siempre acogida, protegida, respetada y servida desde que comienza con la concepción hasta su fin natural. En toda enfermedad, y más aún en estos momentos de pandemia, no se trata sólo de «curar» sino también de «cuidar» y «acompañar», puesto que en su fragilidad el enfermo no sólo experimenta que le falta la salud, sino que todo su ser se ve comprometido, espiritual, emocional y afectivamente. Por eso es tan importante que cuando ustedes atiendan a nuestros enfermos, vayan más allá del mero procedimiento terapéutico, y le hagan sentir al prójimo enfermo, junto con su compañía y amistad, la presencia del amor de Cristo que los ama, los consuela y los ayuda”.
Finalmente les dijo: “Jesús quiere también valerse de ustedes para seguir imponiendo sus manos con amor sobre nuestros enfermos, como nos lo relata el Evangelio, para así darles consuelo y paz, y hacerles experimentar su cercanía, amor y ternura, las cuales ayudan a soportar con paciencia los sufrimientos del cuerpo y del espíritu. Nunca dejen de hacer sentir a nuestros enfermos el amor y el consuelo de Cristo”.