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“EN CUARESMA: VOLVAMOS A DIOS CON TODO EL CORAZÓN”

Mons. Guillermo Elías da inicio al Camino Cuaresmal en Piura y Tumbes

07 de marzo de 2025 (Oficina de Prensa).- En un ambiente de oración, profunda meditación y recogimiento, una multitud de fieles de nuestra Ciudad se reunieron en la Basílica Catedral de Piura para celebrar la Santa Misa del Miércoles de Ceniza que presidió nuestro Administrador Apostólico Mons. Guillermo Elías Millares, y con la que se dio inicio al tiempo de Cuaresma, tiempo de gracia y conversión que el Señor nos concede para prepararnos a celebrar con un corazón nuevo el gran acontecimiento de la Pascua.

Durante su homilía, nuestro Pastor destacó que: “Entrar en lo secreto; esta es la invitación que Jesús nos dirige a cada uno de nosotros al inicio del camino de la cuaresma. Entrar en lo secreto significa volver al corazón. Se trata de un viaje desde el exterior al interior, para que todo lo que vivamos, incluso nuestra relación con Dios, no se reduzca a la exterioridad, a un marco sin pintura, a un revestimiento del alma, sino que nazca desde dentro y se corresponda con los movimientos del corazón; es decir, con nuestros deseos, con nuestros pensamientos, con nuestro sentir, con el núcleo originario de nuestra persona. La cuaresma busca nuestra; quiere ayudarnos a quitar todo aquello de lo que nos revestimos para parecer adecuados, mejores de lo que realmente somos”.

En otro momento, Mons. Guillermo destacó que: “Volver al corazón significa volver a nuestro verdadero yo y presentarlo tal como es, desnudo y despojado, frente a Dios. Significa mirarnos por dentro y tomar conciencia de quiénes somos realmente, quitándonos las máscaras que a menudo usamos, disminuyendo el ritmo de nuestro frenesí, abrazando la vida y la verdad de nosotros mismos. La vida no es una actuación, y la cuaresma nos invita a bajar del escenario de la ficción para volver al corazón, a la verdad de lo que somos. Por eso, con un espíritu de oración y humildad, recibimos la ceniza en nuestra frente como un gesto que quiere remitirnos a la realidad esencial de nosotros mismos. Somos polvo, nuestra vida es como un soplo, pero el Señor no permitirá que ese polvo que somos se desvanezca; Él lo recoge y lo plasma para que no lo dispersen los vientos impetuosos de la vida y no se disuelva en el abismo de la muerte”.

Finalmente, dijo: “La ceniza puesta sobre nuestra cabeza nos invita a redescubrir el secreto de la vida. Cada uno de nosotros somos amados con amor eterno. Somos ceniza sobre la que Dios sopló su aliento de vida, somos tierra que Él plasmó con sus manos (cf. Gn 2,7; Sal 119,73), somos polvo del que resurgiremos para una vida sin fin preparada desde siempre para nosotros (cf. Is 26,19). Y si en la ceniza que somos arde el fuego del amor de Dios, entonces descubrimos que estamos modelados por este amor y que somos llamados al amor; que se concretiza en amar a los hermanos que tenemos a nuestro lado, estar atentos a los demás, vivir la compasión, ejercitar la misericordia, compartir lo que somos y lo que tenemos con quien más lo necesita. Por eso la limosna, la oración y el ayuno no pueden reducirse a prácticas exteriores, sino que son caminos que nos reconducen al corazón, a lo esencial de la vida cristiana. Son caminos que nos conducen al corazón, a lo esencial de la vida cristiana ¿Qué limosna querrá el Señor de mí este año? ¿sólo dar lo que me sobra, o darme a mí mismo? ¿Qué oración querrá el Señor de mí? ¿Una oración que solo se preocupa de mí y de mis necesidades o una oración que ponga al centro a los hermanos? ¿Qué tipo de ayuno quiere el Señor este año para mí? ¿Sólo abstenerme de comer carne? ¿Sólo abstenerme, sin pensar que hay muchísimos en esta ciudad que no comen y no tienen lo necesario para vivir? Escuchemos en esta Cuaresma, la voz del Señor que no se cansa de repetirnos: entra en lo secreto, vuelve al corazón. Es una sana invitación para nosotros, que a menudo vivimos en la superficie, que nos inquietamos para hacernos notar, que siempre necesitamos ser admirados y apreciados. Volvamos a Dios con todo el corazón”.

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