II CONGRESO INTERNACIONAL MARIANO

Los días 22 y 23 de agosto, un mar humano llenó por completo el Coliseo del Colegio “Don Bosco” de nuestra ciudad durante el II Congreso Internacional Mariano, el cual contó con las importantes conferencias de Monseñor Eduardo Chávez Sánchez, quien sirvió como postulador de la Causa de Canonización de San Juan Diego, y Monseñor Enrique Glennie Graue, quien actual Rector de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe. Durante ambos días participaron fieles, sacerdotes y religiosas provenientes de las seis Vicarías Foráneas de nuestra Arquidiócesis, junto a las principales autoridades políticas, judiciales, universitarias, civiles y militares de nuestra Región.

Primer día: “El Mensaje de la Esperanza en la belleza de la Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe”

El inicio de la Jornada estuvo marcado por las manifestaciones de alegría y devoción de los fieles hacia nuestra Madre, la Virgen de Guadalupe. Concluida la oración inicial se realizó la lectura de la Bendición Apostólica de Su Santidad el Papa Francisco, quien de esta manera nos manifestó su paternal cercanía y oraciones “para que al meditar y profundizar en el mensaje y en la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, renazca en todos la esperanza y el gozo que solo Cristo, el Señor, puede darnos”.

Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura, gestor y promotor de este II Congreso Internacional Mariano tuvo a su cargo las palabras inaugurales del evento y alentó a los presentes a vivirlo intensamente: “Le pedimos en estos días a “La Morenita”, a Santa María de Guadalupe, que renueve nuestra esperanza, que nos inspire, que levante nuestro ánimo y que nos fortifique. Le pedimos con la confianza que tiene un hijo en su madre, que así como Ella fue enviada desde el cielo en 1531 a levantar la esperanza de una población sumida en la depresión que sentía que todo su mundo se había derrumbado, que fue atacada por la viruela y que tenía familias y hogares destrozados por la violencia, la peste y el caos, que hoy a través de este Congreso Internacional Mariano, nos abra a un horizonte de renovada confianza”.

Monseñor Eduardo Chávez, durante su primera conferencia sobre el tema del día, destacó: Santa María de Guadalupe, realiza una perfecta inculturación, ella sólo toma algunas de las características claras, “semillas del Verbo”, como las describe el Concilio Vaticano II, y con ello señala, quien es el Verdadero Dios por quien se vive, nunca toma a ningún ídolo, ninguna idolatría, ni hace un sincretismo, sino que es una perfecta inculturación del Evangelio… Ella se presentó como Madre de todas las naciones, cuyas fronteras no existían, un Continente que era su tierra y, es más, extendía su amor a todas las demás variadas estirpes, es decir, a todas las naciones; por lo que este encuentro con el Amor de Dios comprende a todo ser humano, en un encuentro directo, humilde y personal; superando toda división y toda barrera; la humanidad era la gran familia de Dios, por medio de la humildad de la sierva: María”.

Durante el receso, la grata sorpresa de la noche la tuvo a cargo el  taller de teatro del Colegio Parroquial San José Obrero de Piura, quienes hicieron una hermosa representación de lo que fue la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego.

Por su parte Monseñor Enrique Glennie explicó en su conferencia que: María es la discípula fiel que ha concluido el viaje hacia la perfección y ha conservado la fe. Ella nos ofrece la esperanza a todos nosotros, que estamos todavía en camino de peregrinación hacia el Padre… La espiritualidad de María se ha concebido siempre como muy actual para proponer el propio ideal evangélico. María de Guadalupe nos ofrece la belleza de la narración de las apariciones, tomada por el autor del Nican Mopohua de los labios y el corazón de San Juan Diego, donde encontramos muchos valores y orientaciones para vivir con un serio espíritu guadalupano nuestro propio itinerario espiritual. La Imagen prodigiosa de María de Guadalupe nos atrae a la contemplación de su belleza y –a través de ella- poder abrir un camino hacia la hermosura de la perfección de Cristo, modelo supremo de toda santidad en la Iglesia”.

Segundo día: “María de Guadalupe, la Esperanza Cristiana, y la Visita del Papa Francisco al Perú, en tiempos de reconstrucción”

Al desarrollar el tema de este segundo día, Monseñor Glennie explicó los detalles de la visita del Santo Padre Francisco a México y a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe para orar ante la Virgen, así como los grandes frutos que dejó. Al concluir sus reflexiones nos dijo: Necesitamos seguir el camino que la Virgen nos muestra, un camino de construcción de una nueva civilización de paz y verdad en América. En el corazón de los eventos de Guadalupe hay una historia de una vocación personal y una misión. La Iglesia en este país, y cada uno de nosotros, tiene la responsabilidad de continuar con la tarea que la Virgen le dio a San Juan Diego: ‘construir un santuario’ con nuestras vidas. Construir una sociedad que glorifique a Dios y que sea merecedora de la dignidad de la persona humana. Cada uno de nosotros es parte de esa historia, de esa gran misión para América que comenzó con la visita de la Virgen de Guadalupe”.

Durante el intermedio los alumnos del Colegio Parroquial Santa Rosa de Lima de nuestra ciudad deleitaron a los participantes con una presentación de danzas folclóricas como “El Jarabe tapatío” de México y un Tondero piurano.

En la segunda conferencia, Monseñor Chávez se refirió a los aspectos físicos de la Tilma y su gran significado espiritual, dando a conocer detalles impresionantes que evidencian que la “Guadalupana” es modelo de evangelización y que el mensaje de la tilma sólo se ha podido descifrar con la tecnología de este siglo, es decir, que desde 1531 hasta nuestros días Ella nos habla: Dios, por medio de Santa María de Guadalupe, habló al corazón, al rostro de san Juan Diego, y también a nuestro rostro, a nuestro corazón, a todo nuestro ser, manifestando que el verdadero Dios por quien se vive, antes que nada, es un Dios que ama; es un Dios que vence las tinieblas de la angustia y de la muerte con la luz verdadera; es un Dios que se entrega a nosotros y que nos entrega para siempre su bello canto eterno; es un Dios por quien el corazón humano puede palpitar o, como también lo expresaban los indígenas, el tener un “corazón endiosado”, es decir, lleno de Dios, pleno de su vida divina”.

Antes de concluir el Congreso, nuestro Arzobispo agradeció a Monseñor Chávez y a Monseñor Glennie por su presencia entre nosotros y las extraordinarias conferencias que “nos han enseñado el camino que lleva a la Virgen Morena del Tepeyac, para que Ella nos reciba en lo íntimo de su corazón, y como Madre amorosa y compasiva que es nos guíe hasta el verdadero Dios por quien se vive, Jesucristo, nuestro Señor”. Asimismo nuestro Pastor pidió a Nuestra Señora de Guadalupe “por nuestros laicos para que sintiéndose llamados como San Juan Diego, impregnen todos los ámbitos de la vida social con el espíritu del Evangelio. Finalmente le pedimos que bendiga a las familias, fortalezca a los esposos en su matrimonio, apoye los esfuerzos de los padres por educar cristianamente a sus hijos y que con amor maternal consuele el dolor de los sufren en su cuerpo o en su espíritu, de cuantos padecen pobreza, soledad, marginación o ignorancia, especialmente a los miles de damnificados que hay en nuestra Región, y que inspire a nuestros gobernantes nacionales, regionales y locales para que según las exigencias de la justicia y el respeto de la dignidad de cada persona humana, desde su concepción hasta su fin natural, hagan realidad la ansiada reconstrucción moral y material que necesita Piura”.

Como muestra de agradecimiento y el cariño de los fieles de nuestra Arquidiócesis, Monseñor Eguren obsequió a Monseñor Chávez un hermoso cuadro con la imagen de la Virgen María, copia de la escuela cusqueña, y a Monseñor Glennie una imagen tallada en madera de nuestro patrono San Miguel Arcángel. Por su parte ellos obsequiaron a nuestro Arzobispo un lienzo con la imagen en tamaño real de Nuestra Señora de Guadalupe, la cual fue entregada con mucho cariño a los pobladores damnificados del caserío “San Pablo” del Bajo Piura para que los acompañe y proteja siempre. Ellos profundamente emocionados agradecieron el gesto de parte de nuestro Pastor y aseguraron que la cuidarían celosamente y la colocarían en un lugar muy especial.

Nuestra querida “Mamita Meche” estuvo presente en el II Congreso Internacional Mariano

En sus palabras conclusivas nuestro Arzobispo recordó a los presentes el porqué de la diversidad de las devociones marianas en nuestra América: “¿No bastaba para América una sola devoción, la de María de Guadalupe? Monseñor Eduardo nos dijo en esa ocasión: “María de Guadalupe bajó del cielo y puso su casa en el Tepeyac, y desde ahí comenzó a peregrinar por toda América como “Estrella de la Nueva Evangelización”, y en cada lugar que visitaba se ponía un traje distinto, porque son miles las facetas de su amor maternal para con nosotros. En nuestro caso, el traje que la Santísima Virgen de Guadalupe se puso cuando nos visitó en los orígenes de la Evangelización de Piura y del Perú en 1532, es decir apenas un año después del acontecimiento guadalupano, fue el de Nuestra Señora de las Mercedes, nuestra querida “Mechita”.

Por ello, un momento muy emotivo fue cuando hizo su ingreso al recinto la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, Patrona de nuestra Arquidiócesis, acompañada por los seminaristas que se forman en nuestro Seminario Arquidiocesano “San Juan María Vianney”. Los fieles acogieron a “Mamita Meche” con fuertes palmas, agitando pañuelos y entonando su himno a viva voz. Luego se rezó una decena del Santo Rosario pidiendo a nuestra Madre que interceda por todos nosotros, por la reconstrucción moral y material de nuestra Región y especialmente por el Santo Padre Francisco que visitará el Perú en enero próximo. Para concluir este momento de oración, mientras se entonaba el canto “María, Tú eres mi Madre”, 6 familias damnificadas por las lluvias e inundaciones que sufrimos durante este año, en representación de todos los presentes, ofrecieron flores a nuestra Madre simbolizando el profundo amor filial y el cariño de todos los piuranos hacia Ella, y suplicándole que nos ayude a tener esperanza y a estar muy unidos en estos tiempos de reconstrucción.

La noche concluyó con una gran sorpresa, cerrando con broche de oro este II Congreso Internacional Mariano un grupo de Mariachis hizo su aparición interpretando el tema “La Guadalupana” y otros temas populares, arrancando fuertes aplausos de parte del público asistente y nuestros conferencistas invitados.

Santa Misa en la Parroquia “Nuestra Señora de Guadalupe”

La mañana del martes 22, gran número de fieles se concregaron para participar de la Santa Misa presidida por Monseñor Eguren en la Parroquia “Nuestra Señora de Guadalupe”. Concelebraron Monseñor Eduardo Chávez, Monseñor Enrique Glennie Graue, Monseñor Luciano Maza Huamán, Vicario General de nuestra Arquidiócesis, el R.P. Miguel Medina Pacherre, párroco del lugar, así como varios sacerdotes invitados. Culminada la Santa Misa se realizó la bendición del remozado retablo en honor a la Virgen de Guadalupe y a San Juan Diego. Monseñor Glennie y Monseñor Chávez oraron emocionados a los pies de la hermosa imagen de la Virgen Morena que se encuentra en esta parroquia.

La homilía estuvo a cargo de Monseñor Enrique Glennie, quien reflexionó en torno al mensaje del Evangelio y se refirió a la importancia de la Virgen de Guadalupe para toda la humanidad: “En el Evangelio de hoy hemos escuchado cómo María ante la necesidad de su pariente Isabel, se acerca presurosa para servirla y cuidarla. Así también nuestra Madre viene a nosotros y se repite la historia, pero no solo una vez sino siempre. Ella tomó la iniciativa, Ella fue la primera que vino a vernos, y nos trajo como muestra de su cariño y amor por nosotros el regalo más maravilloso que podía darnos: a su Hijo Jesucristo. Ella nos dice: «Yo Soy la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive».

“Nosotros – continuó Monseñor Glennie – hablamos del acontecimiento Guadalupano, pero este no solo fue en 1531 sino que se sigue manifestando. El gran acontecimiento es que María de Guadalupe está con nosotros. Pero su amor, su predilección, su cariño no solo se ha quedado en México, sino que se va extendiendo poco a poco por toda América y de allí a todos los rincones de la tierra. Nosotros los mexicanos llevamos a la Virgen de Guadalupe como un sello en el corazón, pero a mí me emociona comprobar que este sello no es exclusivo nuestro, sino de todos, y eso lo he podido constatar por todo el mundo y ahora aquí en ese cariño, esa devoción, ese amor, esa sonrisa que propicia la Virgen de Guadalupe en los rostros y en los corazones de todos los fieles”.

“Hace poco más de un año el Papa Francisco estuvo con nosotros visitando la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y todo en torno a su visita, él quiso resumirlo en que «venía a Guadalupe para ser mirado por María». Eso tenemos que hacer todos nosotros, dejarnos mirar por María. Abramos nuestro corazón, dejemos que su mirada penetre hasta lo más profundo de nuestro espíritu para que Ella lo impregne de su amor. Un amor que nos lleva a su Hijo, porque Ella es también nuestra Madre y nos ama. Preguntémonos: ¿Quiénes somos, qué hemos hecho, cuál es nuestro mérito, para que la Madre de nuestro Señor venga a vernos? Y no solo nos visitó, sino que se quedó y está ahora con nosotros en la presencia dinámica, viva, llena de amor de María de Guadalupe. Queridos hermanos, que nuestro corazón reboce de alegría del poder sabernos hijos muy queridos bajo la mirada de Santa María de Guadalupe”, concluyó Monseñor Glennie.

En el Penal de Río Seco también se vivió el II Congreso Internacional Mariano

Asimismo una de las actividades más conmovedoras de estos días fue sin duda el encuentro que sostuvieron la mañana del miércoles 23 Monseñor Eduardo Chávez Sánchez, y Monseñor Enrique Glennie Graue con los internos del Centro Penitenciario de Río Seco de nuestra ciudad. Monseñor Eguren durante su última visita a este Penal realizada el martes 8 de agosto, se comprometió a llevar el Congreso Mariano hasta este lugar y por ello, acompañado de los dos conferencistas, llegaron para reunirse con nuestros hermanos internos y así hacerlos partícipes del mensaje de esperanza que encierran las apariciones y la belleza de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. De esta manera nuestros hermanos de Río Seco pudieron acercarse también al mensaje de amor misericordioso que Santa María de Guadalupe nos trajo desde el cielo y que ha dejado plasmado hace cerca de 500 años en la humilde tilma o ayate de San Juan Diego.

A su arribo al Penal, los conferencistas fueron recibidos por las autoridades penitenciarias y por más de 1,300 hermanos internos quienes habían preparado para la ocasión hermosas pancartas y pinturas alusivas a Nuestra Señora de Guadalupe.

Durante su participación Monseñor Chávez, explicó magníficamente lo que significa el Acontecimiento Guadalupano y la importancia del mismo para la realidad que ahora viven nuestros hermanos internos: “Como todo acontecimiento salvífico, el Guadalupano, si bien se verifica en un momento histórico y en un lugar determinado, trasciende fronteras, culturas, pueblos, costumbres y tiempos. Por eso transcurridos casi 500 años de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe, la Virgen nos sigue hablando hoy; te habla hoy a ti en tu dura situación de vida, y te trae su Amor-Persona que es su Divino Hijo Jesús, para que lo acojas en tu corazón y en tu vida, y acogiéndolo por medio de una conversión sincera puedas ser un hombre nuevo”. 

A su turno, Monseñor Glennie, se refirió también a la Imagen de Santa María de Guadalupe como portadora del Amor Salvífico de Dios que es capaz de crear un mundo nuevo: “Santa María de Guadalupe, Estrella de la Evangelización, quien se apareció en el Tepeyac del 9 al 12 de diciembre de 1531, es decir apenas diez años después de la conquista de México, recoge y une tanto lo bueno de los indígenas como lo bueno de los españoles, dos culturas profundamente religiosas y profundamente distintas, que vivían en aquel momento un choque violento y cruento. Ella al pedir por medio de San Juan Diego que se le edifique una «casita sagrada», lo que está expresando es el inicio de algo nuevo que efectivamente ocurrió: una nueva Civilización, la del Amor. Si hoy acogemos su mensaje, Jesús por medio de Ella es capaz de crear en nuestros tiempos un mundo nuevo por medio de hombres nuevos y así desterrar de nuestras vidas el pecado, el egoísmo y el mal, y hacer que en nuestro mundo reinen la unidad, la paz, la solidaridad, la fraternidad y del amor”.

Al culminar el encuentro nuestro Arzobispo animó a los presentes a continuar su rehabilitación. Les pidió que hagan de esta experiencia difícil un tiempo para encontrarse con el Amor de Dios, para acoger el perdón y la misericordia del Señor de manos de María: “Nuestra Señora de Guadalupe se apareció en el cerro del Tepeyac, un cerro árido, rocoso y salitroso pero que con su presencia transformó en un cerro fértil, bello y lleno de flores. Si acogemos su Amor-Persona, que es Jesús, también nuestra vida puede transformarse, nuestro corazón de piedra puede volverse en uno de carne, podemos ser hombres nuevos a pesar de lo que hayamos hecho, porque para la misericordia de Dios no hay pecado que no pueda ser perdonado y vida que no pueda ser salvada si nos arrepentimos y le abrimos el corazón al Señor Jesús. Asimismo la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe dio origen a algo nuevo, a una nueva Civilización, la del Amor. Así como ayer, Ella ha descendido hoy aquí en este penal, se ha hecho presente entre nosotros. Si hoy y siempre la acogemos con amor de hijos y con Ella a su Divino Hijo Jesús, también nuestras vidas pueden renovarse totalmente, podemos recomenzar una vida nueva. Por eso María siempre nos abre a la esperanza”.  

Especialmente emotivo fue el momento en que los internos honraron a nuestra Madre del Cielo con diversas canciones, y oraron devotamente el Angelus ante su Imagen. También participaron jubilosos de la presentación de un grupo de Mariachis que llegó hasta el penal de Río Seco para festejar con sus voces a Nuestra Señora de Guadalupe, y realizaron la puesta en escena de un socio drama a través del cual expresaron su deseo de conversión y su compromiso de no volver a delinquir.

Finalmente como una muestra de agradecimiento por la visita y las enseñanzas recibidas, un grupo de internos obsequiaron bellas artesanías a los conferencistas, las cuales fueron elaboradas por ellos mismos en sus talleres de cerámica y pintura. Posteriormente Monseñor Chávez y Monseñor Glennie participaron emocionados de la bendición de una gruta en honor a Nuestra Señora de Guadalupe que se encuentra al interior del Centro Penitenciario de Río Seco. Tengamos siempre presentes en nuestra oración a nuestros hermanos internos y no dejemos de apoyarlos a través de la Pastoral Carcelaria.

Ponentes


Galería de Fotos del II Congreso Internacional Mariano – Piura Agosto de 2017