MISA Y MARCHA POR EL DÍA DEL NIÑO POR NACER 2009
con ocasión de la Santa Misa y Marcha por el
Día del Niño por Nacer
1. La celebración del Día del Niño por Nacer, es una ocasión para volver nuestra mirada a aquellos pequeños integrantes de la familia humana que viven en el seno de sus madres.
Son ciertamente los padres los que experimentan el milagro de la vida en sí mismos, y hoy en día es la ciencia la que los ayuda a comprobar que el don de la vida que se realiza en ellos y a través de ellos, es algo extraordinario y bello que merece ser acogido, amado y defendido desde la concepción hasta su fin natural.
2. La ciencia hoy en día nos demuestra que la vida humana comienza desde la fecundación, es decir desde el momento en que el cuerpo humano de un Niño por Nacer está constituido por una sola célula, cuando apenas llega a las 24 horas de vida y la madre incluso ignora todavía que ya lo lleva en su vientre.
Además hoy en día gracias al desarrollo de la tecnología podemos ver con asombro y fascinación al Niño por Nacer en imágenes tridimensionales que lo muestran gesticulando, bostezando y moviéndose cuando apenas tiene pocas semanas de edad.
El Niño por Nacer es realmente un ser humano desde la concepción y tiene por tanto todo el derecho a vivir como nosotros y a ver después de los nueve meses de su gestación la luz del día.
3. Pero mayor es nuestro asombro si miramos al Niño por Nacer con los ojos de la fe, es decir con los ojos de Dios.
La Vida humana es siempre un bien porque en ella resplandece un reflejo de la misma realidad de Dios.
¿Por qué amó tanto Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo como nos dice el Evangelio de hoy? ¡Porque creó a la persona humana a su imagen y semejanza!
Por ello en cualquier fase o condición de la vida del ser humano, resplandece un reflejo de la misma realidad de Dios. Por esta razón el Magisterio de la Iglesia ha proclamado constantemente el carácter sagrado e inviolable de cada vida humana, desde su concepción hasta su fin natural. Este juicio moral vale ya desde el inicio de la vida de un embrión, antes que se implante en el seno materno. El ser humano debe ser respetado y tratado como “persona” desde el instante de su concepción.
4. Hermanos el amor de Dios no hace distinciones entre el ser humano recién concebido y que se encuentra en el seno materno y el niño o el joven o el hombre adulto y anciano.
Si Dios no hace distinciones, ¿quiénes somos nosotros para atribuirnos la facultad de discriminar y decidir quiénes viven y quiénes no?
¿Quiénes somos nosotros para decidir la muerte de un Niño por Nacer a través del crimen abominable del aborto?
Hoy en día hay que estar en guardia. Hay intereses ideológicos y económicos muy poderosos que pretenden a toda costa legalizar el aborto en el Perú.
A ellos les decimos desde la ley natural inscrita en el corazón de toda persona humana e iluminada por la revelación cristiana: ¡NO MATARÁS!
¡NO AL ABORTO Y SÍ A LA VIDA! ¡PIURA Y TUMBES DEFIENDEN LA VIDA!
Hoy que tanto se habla de Derechos Humanos, debemos proclamar con valentía que el Derecho a la Vida es el primero y el más fundamental derecho de la persona humana.
Todos los peruanos queremos la paz, somos amantes de la paz, pero la paz social que anhelamos los peruanos no se puede construir mediante la violencia criminal que se realiza en los senos maternos a través del crimen y del pecado del Aborto.
Queridos hermanos: un Niño por Nacer es siempre expresión del Amor de Dios y por tanto siempre debe ser causa de alegría. Siempre debemos alegrarnos del pequeño ser humano oculto a nuestros ojos pero vivo en el seno materno.
5. Dentro de pocos días celebraremos la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. La Semana Santa. El Señor Jesús nos ha podido salvar gracias a que se encarnó, es decir gracias a que el ¡Verbo de Dios se hizo embrión!
Hubo un momento en que Jesucristo, al igual que nosotros, fue un embrión, es decir un Niño por Nacer. En el caso de que hubiésemos atentado contra Él en el seno de su Madre, habríamos cometido el mismo crimen que los soldados romanos consumaron en el Calvario.
Dicho de otro modo: aún antes de nacer, ya desde el seno de María, Jesucristo nos ha revelado la dignidad de la vida humana.
Es por eso que la Iglesia se descubre hoy llamada a defender a los más débiles entre los débiles, a los más pobres entre los pobres, a los que ni siquiera tienen voz para defenderse: a los Concebidos no Nacidos.
Como decía el hoy Siervo de Dios Juan Pablo II, tenemos conciencia de que “en torno a la familia y a la vida se libra hoy el combate fundamental por la dignidad del hombre".
6. Antes de verlo nacer y tenerlo en sus brazos, la Virgen María aprendió a contemplar a su Hijo cuando siendo todavía un Niño por Nacer estaba oculto a sus ojos, y desde el primer momento que lo tuvo en su seno lo amó y lo defendió de amenazas reales.
Que Ella, mujer fiel a sí misma, madre amante de la vida, nos obtenga a todos, pero especialmente a la mujer peruana y norteña, las gracias necesarias para amar y defender a todo Niño por Nacer.
San Miguel de Piura, domingo 22 de marzo de 2009