Invitación
La Iglesia, fiel a la misión que ha recibido del Señor Jesús, se esfuerza por anunciar el Evangelio a todos los hombres. Para ello es necesario seguir dando a su acción pastoral impulsos nuevos, con el fin de crear y formar comunidades maduras en la fe, capaces de responder adecuadamente a los cambios sociales y culturales de la modernidad.
En medio del mundo tan difícil en que vivimos, la Iglesia podrá llevar a cabo su misión evangelizadora siempre que transparente y comunique con el testimonio de su vida lo que proclama en su mensaje.
En el mes de mayo se realizó la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida (Brasil), en la que Su Santidad el Papa Benedicto XVI nos hizo un llamado renovador: ser "discípulos y misioneros de Jesucristo para que los pueblos en Él tengan vida". Este llamado, por tanto, nos invita a acentuar nuestros esfuerzos para despertar y fortalecer nuestra vocación y misión cristianas para vivir con responsabilidad y valentía nuestra condición de discípulos y misioneros de Cristo. Por tal motivo, es para mí una gracia que, al poco tiempo de haberse realizado este magno acontecimiento eclesial, la Arquidiócesis de Lima, a petición de las Obras Misionales Pontificias (OMP) y del Centro Nacional Misionero (CENAMIS), sea la anfitriona y la organizadora del II Congreso Nacional Misionero y de la II Exposición Nacional Misionera, que se realizará entre el 9 y el 14 de octubre del presente año.
Con gran ilusión y entusiasmo, invito y convoco a todas las fuerzas vivas de la Iglesia Peruana a participar en este Congreso, que tiene como finalidad incentivar e ilustrar la actividad misionera en nuestra Patria.
Imploro la intercesión maternal de la Santísima Virgen María, Estrella de la Evangelización, y del Santo Arzobispo de Lima, Toribio de Mogrovejo, para que este evento eclesial sea fermento de una fecunda labor pastoral y evangelizadora en los años venideros.
+ Juan Luis Cardenal Cipriani Thorne
Arzobispo de Lima y Primado del Perú