Santos peruanos

Beata María Agustina Rivas López «Aguchita»

 

La Beata Aguchita, religiosa de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, nació el 13 de junio de 1920 en Coracora, en la región de Ayacucho en la sierra sur del Perú.

La religiosa peruana, la mayor de 11 hermanos, tuvo una vida familiar marcada por la fe. Tras un acercamiento a la Congregación del Buen Pastor a los 18 años en Lima, capital del país, discernió su vocación e hizo sus votos a los 25 años.

Su hermano César había discernido por el orden sacerdotal años atrás.

Desplegó su labor misionera durante muchos años en la zona de Barrios Altos, en el centro de Lima. En las memorias recogidas por sus hermanas de la congregación, recuerdan que un sacerdote le decía “Aguchita, tú vives con un pie en el cielo”.

En 1987 se traslada a la localidad de La Florida, en la región Junín en la selva central del Perú. Eran tiempos de gran violencia generada en todo el país, especialmente en la sierra, por el grupo terrorista Sendero Luminoso.

El Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso, una de las más sanguinarias organizaciones terroristas del siglo XX, comenzó su ola de violencia en 1980 y causó decenas de miles de muertes en todo el Perú.

Con frecuencia, miembros del grupo terrorista ingresaban a los pueblos y realizaban “juicios populares”, en los que sus miembros decidían qué habitantes debían ser asesinados sin defensa posible. Además, secuestraban a los niños para entrenarlos, ideologizarlos e incorporarlos a su grupo de muerte.

El martirio

El 27 de septiembre de 1990, cuando Aguchita tenía 70 años, un grupo de Sendero Luminoso ingresó a La Florida y organizó una de estas jornadas de asesinatos.

En esa ocasión, la lista tenía seis nombres. Uno de ellos era el de la Hermana Luisa. Al no encontrarla, le dijeron a Aguchita que ella tomaría su lugar.

La acusación fue hablar con los asháninkas, una comunidad nativa que rechazaba a Sendero Luminoso, y ayudar a los pobres de la localidad.

Aguchita trató de arrodillarse y rezar, pero sus piernas le flaquearon. Con cinco balazos, una joven integrante de Sendero Luminoso, de solo 17 años, la mató.

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