Objetivos, dinámica y programa
“Sacramento de la Caridad, la Santísima Eucaristía
es el don que Jesucristo hace de sí mismo,
revelándonos el amor infinito de Dios por cada hombre.
En este admirable Sacramento se manifiesta el amor «más grande»,
aquél que impulsa a «dar la vida por los propios amigos» (cf. Jn 15, 13)”.
S.S. Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal
Sacramentum Caritatis, n. 66.
I. OBJETIVOS
Teniendo a la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo como culmen, la “Semana Eucarística – 2008”, quiere ser una ocasión preciosa para que todos profundicemos con intensidad en el misterio eucarístico y contemplemos con especial gratitud, fe y amor, el don más precioso que la Iglesia tiene en su peregrinar por la historia: la Eucaristía, y así reavivamos de algún modo la experiencia de los dos discípulos de Emaús: “entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron” (Lc 24, 31).
La “Semana Eucarística”, tiene como principales objetivos los siguientes:
1. Ahondar en la Fe de la Iglesia sobre el Sacramento de la Eucaristía, ya que el conocimiento de la doctrina sobre este sacramento es esencial para crecer en su piedad, así como en nuestra identidad católica.
2. Descubrir en toda su riqueza la centralidad de la Eucaristía en la vida de la Iglesia, ya que la Iglesia vive del Cristo Eucarístico, de Él se alimenta y por Él es iluminada[1].
3. Suscitar en los ministros sagrados como en todos los fieles cristianos, el “asombro eucarístico”, por la contemplación en compañía de María, del rostro de Cristo, vivo en el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre.
4. Desarrollar nuestros planes evangelizadores con los ojos del alma fijos en la Eucaristía, ya que “todo compromiso de santidad, toda acción orientada a realizar la misión de la Iglesia, toda puesta en práctica de planes pastorales, ha de sacar del Misterio eucarístico la fuerza necesaria y se ha de ordenar a él como a su culmen”[2].
5. Favorecer “que la participación en la Eucaristía, sea para cada bautizado, el centro del domingo”. Que constituya para él, “un deber irrenunciable, que se ha de vivir no sólo para cumplir un precepto, sino como necesidad de una vida cristiana verdaderamente consciente y coherente”[3]. “Participar en la asamblea litúrgica dominical, junto con todos los hermanos y hermanas con los que se forma un solo cuerpo en Jesucristo, es algo que la conciencia cristiana reclama y que al mismo tiempo la forma”[4].
6. Revitalizar la participación activa, consciente y fructuosa de los fieles de la Arquidiócesis Metropolitana de Piura, en el Sacramento de la Eucaristía, especialmente en la celebración de la Santa Misa Dominical, celebración semanal de la Pascua del Señor Jesús.
7. Redescubrir y celebrar la Eucaristía como sacrificio, acción de gracias, memorial, presencia real, banquete pascual, fuente de caridad fraterna y prenda de la gloria futura.
8. Crecer en la fe, el amor y la reverencia al misterio de la presencia real del Señor Jesús en la Eucaristía, así como en la unión con Él en la comunión eucarística, ya que “la Sagrada Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan de Vida, que da la vida a los hombres por medio del Espíritu Santo”[5].
9. Promover en las Parroquias y Comunidades de la Arquidiócesis de Piura y Tumbes, el Culto a la Eucaristía fuera de la Misa, tanto privado como público, a través de las Visitas al Santísimo; del Ejercicio de las 40 Horas; de la Exposición del Santísimo Sacramento; de la Hora Santa; de la Adoración al Santísimo y el Rezo del Santo Rosario, etc. “La adoración eucarística no es si no la continuación obvia de la celebración eucarística, la cual es en sí misma el acto más grande de adoración de la Iglesia…La adoración fuera de la Santa Misa prolonga e intensifica lo acontecido en la misma celebración litúrgica”[6].
10. Proponer de manera convincente y eficaz la práctica del Sacramento de la Reconciliación, ya que “quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor” (1 Cor 11, 27-29).
11. Impulsar en las Parroquias la pastoral de la Comunión a los Enfermos y del Viático a los moribundos, como una forma concreta de vivir la Eucaristía como sacramento de caridad: “En el momento de pasar al Padre, la comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo se manifiesta como semilla de vida eterna y potencia de resurrección: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día» (Jn 6, 54). Puesto que el Santo Viático abre al enfermo la plenitud del misterio pascual, es necesario asegurarle su recepción. La atención y el cuidado pastoral de los enfermos redunda sin duda en beneficio espiritual de toda la comunidad sabiendo que lo que hayamos hecho al más pequeño se lo hemos hecho a Jesús mismo (cf. Mt 25, 40)[7].
II. DINÁMICA
La “Semana Eucarística – 2009”, se llevará a cabo del Domingo 7 de Junio, Solemnidad de la Santísima Trinidad, al Domingo 14 del mismo mes, Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
Su dinámica está compuesta de Catequesis, Celebraciones, y la Solemnidad del Corpus Christi – 2009. Cada una de ellas tiene una realización independiente y por lo tanto debe realizarse en horarios diversos, lo cual contribuirá a una vivencia integral del misterio Eucarístico.
Para una buena ejecución de la “Semana Eucarística”, se debe primero estudiar el material de la presente publicación, y después planificar bien el trabajo a realizarse. Los frutos de la “Semana” dependerán en gran medida de la buena planificación de las actividades a tenerse.
1. CATEQUESIS
Del Lunes 8 al Sábado 13 de Junio, deberán realizarse seis (6) catequesis en total:
- Dos (2) tomadas del Catecismo de la Iglesia Católica (ver CEC nn. 1322-1405).
- Dos (2) tomadas de la Carta Encíclica “Ecclesia de Eucharistia”, de S.S. Juan Pablo II.
- Dos (2) tomadas de la Exhortación Apostólica Postsinodal “Sacramentum Caritatis”, del Santo Padre Benedicto XVI.
En el caso de las Parroquias, se recomienda que sean los Párrocos y los Vicarios parroquiales quienes impartan estas catequesis. Para lograr bien este objetivo, el estudio y la preparación de los contenidos a darse es fundamental.
Para facilitar la preparación de las Catequesis, en el Capítulo II de la presente publicación, se ofrecen unos resúmenes de cada una de ellas.
2. CELEBRACIONES
Las celebraciones a tenerse son de cuatro clases:
A. EUCARISTÍAS
Para cada día de la “Semana” se propone una Misa específica con su intención particular. Además se sugiere para la Misa de cada día el formulario a tomarse del Misal Romano, las lecturas a proclamarse del Leccionario, así como la Oración de los Fieles (ver Programa de la Semana Eucarística – Capítulo I y Esquemas de Oración de los Fieles – Capítulo III).
B. ADORACIÓN Y EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO
Del Lunes 8 al Viernes 12 de Junio, deberá haber una Adoración y Exposición diaria del Santísimo Sacramento. Para ello, se han preparado cinco (5) esquemas para la Adoración Eucarística (ver Liturgias para la Adoración Eucarística – Capítulo IV). Asimismo en este capítulo se ha incluido al final el rito de la Exposición ordinaria del Santísimo Sacramento.
Hay que tener presente que uno de los esquemas propuestos es para el día Jueves, en memoria del día de la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio, y otro es para una Adoración Nocturna.
En el Capítulo V de la presente publicación, se recogen algunas oraciones de preparación y de acción de gracias para la Santa Misa y la Comunión eucarística; algunas oraciones para los Jueves eucarísticos y sacerdotales; y algunas oraciones compuestas por los recientes Pontífices. Todas ellas pueden ser utilizadas con fruto en algunas de las celebraciones eucarísticas y adoraciones al Santísimo Sacramento.
C. CONFESIONES
El Señor Jesús nos dirige una invitación urgente a recibirle en el sacramento de la Eucaristía: “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros” (Jn 6, 53). A su vez el Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que “quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar” (CEC, 1385). Esta enseñanza de la Iglesia, ha sido reiterada en la Carta Encíclica “Ecclesia de Eucharistia[8]”, en la Instrucción “Redemptionis Sacramentum”[9] y en la reciente Exhortación Apostólica Postsinodal “Sacramentum Caritatis”[10].
Por ello a lo largo de toda la “Semana Eucarística”, los sacerdotes deberán ofrecer amplios y generosos horarios de confesión, para que los fieles puedan acercarse debidamente preparados para ese momento tan grande y santo que es la comunión. Es altamente recomendable que como fruto de la “Semana Eucarística”, estos horarios queden de manera fija en las Parroquias de la Arquidiócesis.
D. COMUNIÓN A LOS ENFERMOS
El día Viernes 12 de Junio, se deberá llevar la comunión a los enfermos y moribundos. Se pide a los Párrocos que a partir de esa fecha organicen visitas periódicas a los enfermos de sus Parroquias para que éstos se vean fortalecidos y renovados constantemente con el sacramento de la Eucaristía.
3. CELEBRACIÓN DEL CORPUS CHRISTI – 2009
La “Semana Eucarística”, culminará con una gran celebración de la Solemnidad del “Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo” en cada una de las seis Vicarías Foráneas de nuestra Arquidiócesis el domingo 14 de Junio y posteriormente el domingo 21 de Junio cada Parroquia podrá realizar su propia procesión eucarística.
Notas:
1. Ver S.S. Juan Pablo II, Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 6.
2. S.S. Juan Pablo II, Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 60.
3. S.S. Juan Pablo II, Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte, n. 36.
4. S.S. Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal Sacramentum Caritatis, n. 73.
5. Concilio Vaticano II, Decreto Presbyterorum Ordinis, n. 5.
6. S.S. Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal Sacramentum Caritatis, n. 66.
7. Ibid. N. 22.
8. Ver S.S. Juan Pablo II, Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n.36-37; Congregación para el Culto Divino, Instrucción Redemptionis Sacramentum, n. 81.
9. Ver Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Instrucción Redemptionis Sacramentum, n. 81.
10. Ver S.S. Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Postsinodal Sacramentum Caritatis, nn 20-21.