MENSAJE DEL ARZOBISPO METROPOLITANO DE PIURA SOBRE EL CUIDADO Y LA RESPONSABILIDAD FRENTE AL CORONAVIRUS
«Tengamos cuidado y no cantemos victoria demasiado pronto»
Queridos hermanos y hermanas:
El tiempo del Adviento que hoy iniciamos, es un tiempo que se caracteriza por las actitudes de alerta, atención, vigilancia y expectativa. Ciertamente estas actitudes tienen una profunda significación religiosa, ya que en el Adviento nos ponemos en actitud de atención y alerta ante la cercana y próxima venida y aparición de Nuestro Señor Jesucristo, nuestro Salvador.
Pero como para el cristiano nada de lo humano le es ajeno, también debemos vivir estas disposiciones interiores del Adviento frente a la presente pandemia, que es bueno recordar, no nos ha dejado. El “coronavirus” sigue presente entre nosotros causando que muchos hermanos nuestros se sigan enfermando y algunos lamentablemente muriendo. En nuestras manos esta impedir que la transmisión de este terrible virus se incremente, como parece que viene sucediendo, según nos lo advierten nuestras autoridades sanitarias.
Hago una invocación a todos los piuranos y tumbesinos a no bajar la guardia, a cumplir con todas las medidas de prevención que son las únicas que han demostrado tener verdadero impacto y resultado en el descenso del número de los infectados y fallecidos. Asimismo, exhorto a recurrir a la atención primaria, y no esperar hasta cuando la enfermedad esta muy avanzada para recién acudir a un centro de salud u hospital.
Seamos responsables, especialmente observando las medidas de higiene, bioseguridad y distanciamiento. Respetemos los aforos permitidos, y no organicemos ni participemos en actividades prohibidas que puedan comprometer seriamente nuestra salud y la de los demás. Se hace necesario que todos observemos las normas vigentes no olvidando que aún seguimos en estado de emergencia.
Como nos advierte el Papa Francisco: “Tened cuidado, no cantéis victoria antes de tiempo, no cantéis victoria demasiado pronto…hay necesidad de seguir con las normas vigentes”.[1]
Ante la posibilidad de una segunda ola de la pandemia, quiero exhortarlos a todos en primer lugar, a rezar para que ella no se produzca en nuestra Patria y en especial en Piura y Tumbes, pero teniendo presente aquel refrán de la sabiduría popular: “A Dios rogando pero con el mazo dando”, que significa que cuando tengamos necesidad de algo o tengamos algo que hacer, pongamos delante la memoria del Señor (la oración), y detrás de esto la responsabilidad y la diligencia, superando el relajo, la irresponsabilidad y la pereza.
De otro lado: ¿Tan fácilmente olvidaremos a los miles de hermanos y hermanas nuestros fallecidos y contagiados, el sufrimiento que hemos vivido en los meses pasados, los inmensos sacrificios que hemos hecho en estos casi nueve meses de pandemia, así como el enorme sacrificio y trabajo de nuestros médicos, enfermeras, personal militar y policial? Todo ello nos reclama responsabilidad en los actuales momentos. Aprovecho la oportunidad para felicitar el responsable comportamiento de los fieles que vienen asistiendo a la Santa Misa, así como el invalorable apoyo de los voluntarios parroquiales.
De otro lado, quiero hacer una invocación al Supremo Gobierno y en especial al Ministerio de Salud: Piura y Tumbes requieren de presupuestos específicos para poder enfrentar una posible segunda ola del Covid-19, y así poder llevar adelante los planes de salud que han sido elaborados. Desde aquí solicito que esos recursos sean asignados a la brevedad posible a las DIRESAS respectivas. Todas las autoridades debemos unirnos para hacer que esto sea una realidad y no volvamos a padecer las carencias que tuvimos.
Finalmente, pido a las autoridades regionales defender los Hospitales de Contingencia, Villas o Centros de atención temporal y de aislamiento construidos durante la pandemia, y no permitir que ellos sean desmantelados como lamentablemente ha sucedido en el caso de Zarumilla – Tumbes.
Queridos hermanos y hermanas: En gran parte está en nuestras manos evitar que el sufrimiento y las muertes vividos en los meses pasados vuelvan a ensombrecernos.
Que Nuestra Señora de las Mercedes y San Miguel Arcángel nos protejan y defiendan de todo mal.
Los bendice y reza siempre por ustedes,
San Miguel de Piura, 29 de noviembre de 2020
I Domingo de Adviento
[1] S.S. Francisco, Angelus, 07-VI-2020.
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