HOMILÍA DEL ARZOBISPO METROPOLITANO CON OCASIÓN DEL 491º ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE SAN MIGUEL DE PIURA
HOMILÍA CON OCASIÓN DEL 491º ANIVERSARIO
DE LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE SAN MIGUEL DE PIURA
Nos hemos reunido esta mañana, para ofrecer la Santa Misa en acción de gracias a Dios, por el 491° aniversario de la fundación española de nuestra muy querida e hidalga ciudad de “San Miguel de Piura”. Escasos nueve años nos separan de la celebración de su V Centenario. A las obras de infraestructura, tan necesarias, y que habrán de ejecutarse en estos años para que Piura sea el 2032 una ciudad moderna y segura, son ineludibles también la promoción de acciones en las áreas de la defensa de la familia y la vida, la educación, la cultura, la justicia, la solidaridad, y la reconciliación.
Nuestro gran reto, de cara a la celebración de los 500 años de la fundación de Piura, es hacer de ella un Ciudad donde sus habitantes puedan vivir en paz y realizarse en justicia, donde la dignidad de toda persona humana sea respetada y protegida desde la concepción hasta su fin natural, donde los pobres, y los más vulnerables estén en el centro permanente de nuestra atención y servicio.
Como bien afirma el Papa Francisco: “Una sociedad merece la calificación de «civil» si desarrolla anticuerpos contra la cultura del descarte; si reconoce el valor intangible de la vida humana; si la solidaridad es activamente practicada y salvaguardada como fundamento de la convivencia”.[1]
Trabajemos pues, con la gracia de Dios, por hacer que Piura sea una ciudad fundada en la caridad, donde todos nos sintamos movidos por el amor de Cristo a servir a los demás y a encontrar nuestro verdadero gozo en ello. Sólo así, nuestra querida Ciudad tendrá un alma que le permita ver más allá de sus problemas, y encarar con ánimo y esperanza renovada los desafíos siempre constantes.
“San Miguel de Piura”
Nunca debemos olvidar que la vida de Piura se ha identificado desde sus orígenes, hasta nuestros días, con su fe católica, y así tiene que seguir siéndolo, ya que la fe cristiana promueve el auténtico sentido de comunidad y de corresponsabilidad. Sin su vida de fe, Piura, perdería su identidad, y su calor sencillo y a la vez profundo. Sus fundadores, pusieron a nuestra Ciudad bajo la protección de San Miguel Arcángel, el Príncipe de la Milicia Celestial, de ahí su bello nombre que no debemos abreviar bajo ninguna circunstancia: “San Miguel de Piura”.
Asimismo, establecieron como el día de su fundación el 15 de agosto, Solemnidad de Nuestra Señora de la Asunción o del Tránsito, poniéndola así bajo el cuidado maternal de Santa María, la Virgen Madre de Dios y Nuestra, quien fue asunta, en cuerpo y alma a los cielos, porque el Señor no quiso que conociera la corrupción del sepulcro, la Mujer que, por obra del Espíritu Santo, concibió en su seno al Autor de la Vida, Jesucristo, Hijo suyo y Señor nuestro.
La Asunción de Santa María
Santa María en el Cielo, resplandece como signo de esperanza de nuestra futura glorificación. Nos recuerda que nuestro cuerpo está llamado a ser santo en esta tierra para después ser resucitado y glorificado en el Cielo. Por ello, en esta gran fiesta de la Bienaventurada Virgen María, cobran renovado sentido para nosotros, las palabras que pronunciaremos en la profesión de fe, con el rezo del Credo: “Creo en la resurrección de la carne”.
Si bien el misterio de la Asunción de la Virgen favorece la plena comunión de María con su Hijo Jesús, en el Cielo, también lo hace con nosotros, sus demás hijos en el orden de la gracia. En efecto, desde la gloria celestial, Ella está junto a nosotros como Madre, porque su estado glorioso le permite acompañarnos y cuidarnos en nuestro diario peregrinar terreno. Con San Juan Pablo II podemos afirmar que, “en vez de crear distancia entre nosotros y Ella, el estado glorioso de María (en el Cielo) suscita una cercanía continua y solícita. Ella conoce todo lo que sucede en nuestra existencia, y nos sostiene con amor materno en las pruebas de la vida. Elevada a la gloria celestial, María se dedica totalmente a la obra de la salvación, para comunicar a todo hombre la felicidad que le fue concedida”.[2]
Santa María, nuestra Madre, se interesa por nuestra salvación, y desde el Cielo extiende sobre nosotros su manto de amor maternal. Por ello, en fidelidad a lo que desde su fe cristiana desearon los fundadores de “San Miguel de Piura”, no dejemos de encomendarnos a Ella y de profesarle un gran amor de hijos. Así nuestro peregrinar, por estas tierras de arenas y algarrobos, será siempre seguro, tanto en la alegría como en el dolor.
¡Piura es la cuna del Perú y la puerta de la fe para nuestra Patria!
Los piuranos debemos sentir honda complacencia por vivir en esta Ciudad. “San Miguel de Piura”, fue la primera ciudad fundada en el Pacífico Sur, y por tanto la más antigua del Perú. En ella se dio origen a lo que es hoy nuestra Patria: Un país mestizo, tanto en lo biológico, como en lo cultural y social. Fue en Piura, donde comenzaron a interactuar los Tallanes y los Españoles, quienes llegaron en 1532, guiados por don Francisco Pizarro González. Fue en Piura, donde la Providencia Divina quiso que se diera inicio a la síntesis viviente entre lo español, lo indígena y lo africano, para así dar origen a una cultura totalmente nueva, la Peruana.
Al respecto, nuestro gran pensador, Víctor Andrés Belaúnde, en su trascendental obra “Peruanidad”, afirma que, la ciudad hispánica, en este caso San Miguel de Piura, “fue el centro y órgano de la quíntuple transformación que representa la conquista (transformación biológica, económica, político-social, cultural y religiosa). Ella encarnó la génesis de una nueva entidad social…el comienzo de la nación peruana…”.[3] Podemos entonces afirmar, con gran satisfacción, que ¡Piura es la cuna del Perú!
Y todo ello se realizó al calor del anuncio del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Por ello nuestra Constitución reconoce que la Iglesia Católica ha sido y es un instrumento esencial en la formación histórica, cultural y moral del Perú.[4]
Asimismo, podemos afirmar con satisfacción, que ¡Piura es la puerta de la fe para nuestra Patria! Fue aquí, donde comenzó el anuncio del Evangelio en el Perú, ya que, de estas tierras, y bajo la protección del Arcángel San Miguel, partieron los pioneros del anuncio de Jesucristo, de su Buena Nueva y de su Iglesia, hacia el vasto territorio del antiguo Imperio Inca.
Siempre unidos para hacer de San Miguel de Piura una casa segura
Este 491° aniversario de “San Miguel de Piura”, nos encuentra atravesando momentos difíciles. Ciertamente son grandes los desafíos que tenemos en nuestra Ciudad, desafíos y problemas que no son de ahora, sino que se vienen arrastrando desde hace muchos años atrás en las áreas de la promoción de la familia, la educación, la salud pública, la seguridad ciudadana, la protección de los niños, jóvenes, ancianos, y enfermos.
También son grandes los desafíos y problemas que tenemos en infraestructura, en la gestión de cuencas ciegas y ríos, en saneamiento, electrificación, red vial, entre otros, lo cual cobra significativa importancia en los actuales momentos frente a un posible “Fenómeno del Niño Global”, que con preocupación vemos que se consolida y nos amenaza, conforme pasan los meses y se acerca la estación del verano.
Mi llamado a nuestras autoridades municipales provinciales, para que juntamente con los Municipios Distritales, trabajen por hacer de “San Miguel de Piura”, una Ciudad donde todos sus moradores nos sintamos seguros y protegidos en nuestra dignidad humana, donde la vida humana no se vea amenazada. Este trabajo, no se podrá realizar sin la necesaria unidad. Sabemos que son pocos los recursos de los que se dispone, ya que lamentablemente el Gobierno Nacional no atiende todos nuestros requerimientos. Pero si a la carencia de recursos sumamos enfrentamientos y divisiones entre nosotros, los resultados serán peores en perjuicio de nuestra Ciudad y de sus habitantes.
Aun contando con todos los presupuestos necesarios, sin unidad, nada se puede hacer. Por ello les hago una invocación al trabajo conjunto, al entendimiento, a la búsqueda común de soluciones y proyectos. Es posible hacer mucho con poco, pero solamente si hay voluntad de trabajar unidos, animados por un verdadero espíritu de servicio, con honestidad y desprendimiento personal, poniendo siempre por delante, el bien común de Piura y de sus habitantes.
Pongamos todo de nuestra parte por nuestra Ciudad
Pero no sólo las autoridades deben estar unidas, y trabajar sin desmayo por “San Miguel de Piura”. Todos los que habitamos esta noble e histórica Ciudad, debemos también estar unidos y comprometidos, porque ¡Todos formamos Piura! ¡Todos somos Piura! Desterremos la queja y el reclamo fácil. Más bien, que cada uno ponga todo de sí por el bienestar y desarrollo de nuestra Ciudad. Todos podemos y debemos hacer algo por Piura. Nunca hay que olvidar, que si bien tenemos derechos también tenemos deberes.
Prioridades: Prevención, Seguridad Ciudadana y Salud Pública
Quisiera terminar señalando que entre los múltiples desafíos que tiene hoy tiene nuestra Ciudad, hay tres que considero prioritarios y urgentes. Estos son: “Las acciones de prevención frente al Fenómeno del Niño Global”, la “Seguridad Ciudadana”, y la “Salud Pública”.
Sobre la primera prioridad, hace tiempo vengo llamando la atención de que urge impulsar las acciones de prevención. El “Niño Global” avanza, y la prevención va a un ritmo lentísimo. Nos está ganando el tiempo, y Piura se encuentra actualmente en una situación muy vulnerable. Comprendemos que en esta tarea hay acciones de prevención competencia del Gobierno Nacional, otras del Gobierno Regional, y finalmente otras de responsabilidad de los Gobiernos Municipales, pero si no actuamos rápida y coordinadamente, la magnitud del desastre puede ser de grandes dimensiones, y la vida de miles de piuranos se vería seriamente afectada y comprometida. Nuestro pueblo ya ha sufrido muchísimo en el pasado reciente, para verse ahora expuesto a la posibilidad de más angustia y dolor.
Sobre la segunda prioridad, urge también tomar medidas para reforzar la seguridad ciudadana. Es alarmante constatar el aumento sin cesar de la delincuencia, el narcotráfico, y el crimen organizado, ahora a través de la activa presencia de organizaciones criminales extranjeras con sus crueles métodos de extorsión y sicariato, que dejan a su paso un trágico saldo de personas asesinadas, algo nunca antes visto entre nosotros. Sólo en el caso del sicariato a la fecha hay 87 personas asesinadas en nuestra Región. Cuidado con que el narcotráfico y el hampa terminen recurriendo, también aquí, a la violencia homicida como arma política. Por ello, se hace urgente reforzar a nuestra Policía Nacional con un mayor número de efectivos, patrulleros, y mejores equipos de comunicación. Urge la dación de normas legales que nos permitan luchar con más efectividad contra la delincuencia. Apremia fortalecer a la familia con políticas públicas. Con familias fuertes, tendremos ciudadanos con valores, ya que la familia es la escuela del más profundo humanismo.
Finalmente, está la siempre la urgente prioridad de la salud pública. En este nuevo aniversario de “San Miguel de Piura”, debemos decir, “no más enfermos, y sobre todo no más muertos”, sean por causa del dengue, la neumonía, u otras enfermedades.
Apremia realizar un trabajo planificado y preventivo para afrontar las próximas lluvias, y la aparición de las enfermedades que vienen con ellas. La epidemia del dengue de este año no se debe repetir nunca más. Hemos tenido el triste récord de más de 70,000 enfermos en la Región Piura, con 136 fallecidos, casi el 50% del total nacional de muertos por esta enfermedad, y eso que nos estamos refiriendo solamente a las cifras oficiales, porque la realidad es de por lo menos el doble, sino el triple de casos. Y esto, es inaceptable.
Por ello, hay que defender a toda costa nuestro Hospital de Alta Complejidad, reducir la vulnerabilidad de los actuales establecimientos de salud, reforzar la línea de primera atención, equipar bien nuestros hospitales y centros de salud con más personal sanitario y un adecuado stock de medicinas. No es posible que tengamos que afrontar enfermedades endémicas careciendo de los más elementales medicamentos para tratarlas, y no poder curar a nuestros enfermos.
15 de agosto: feriado provincial
En este día de fiesta, quisiera solicitarle al Señor Alcalde Provincial de Piura, que evalúe la posibilidad de declarar el día 15 de agosto, como feriado en nuestra Provincia, como una forma de que los piuranos recuperemos la conciencia y la estima por la historia de Piura, y especialmente por la de nuestra Ciudad. Así lo tienen otras ciudades del Perú que también celebran su aniversario de fundación española el 15 de agosto.
Ciudades que no tienen el privilegio que tiene “San Miguel de Piura”, de ser la primera y más antigua Ciudad de fundación española del Pacífico Sur y del Perú.
Orar siempre a San Miguel, nuestro patrono
Nuestra Ciudad, fue puesta bajo la protección de San Miguel Arcángel. Por ello no encuentro mejor oración para pedir las bendiciones del Altísimo sobre nuestro pueblo, que la oración que la Iglesia le dirige al Príncipe de la Milicia Celestial, para que él sea nuestro amparo contra las asechanzas del demonio y de todo mal, y nos ayude, a que el esplendor de la fe, de la esperanza, y del amor, resplandezca en todos los corazones piuranos y en nuestra vida social:
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la milicia celestial,
arroja al infierno con el divino poder a Satanás,
y a los otros espíritus malignos,
que andan dispersos por el mundo,
para la perdición de las almas.
Que así sea. Amén.
San Miguel de Piura, 15 de agosto de 2023
Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María
491° de la Fundación de San Miguel de Piura
[1] S.S. Francisco, Discurso Asamblea Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 30-I-2020.
[2] San Juan Pablo II, Audiencia General, 23-VII-1997.
[3] Víctor Andrés Belaúnde, Peruanidad, Quinta Edición; Banco Industrial del Perú; 1983; pág. 63.
[4] Ver Constitución Política del Perú, Art. 50.
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