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GRACIAS POR SER EL ROSTRO JOVEN DE LA IGLESIA EN PIURA Y EN TUMBES

3000 Jóvenes participaron en Encuentro Jubilar del Bajo Piura

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22 de mayo de 2015 (Oficina de Prensa).- En una jornada de gozosa celebración de la fe, con mucha alegría, vitalidad y entusiasmo, más de 3000 jóvenes participaron el 16 de mayo del Encuentro Jubilar de Jóvenes de la Vicaría del Bajo Piura, bajo el lema “Somos Iglesia joven anunciando la alegría del Evangelio”. La actividad se realizó en el Coliseo Municipal “Eriberto Pirilo Gómez” de Catacaos, en donde se dieron cita jóvenes pertenecientes a las Parroquias de La Unión, La Arena, Bernal, Catacaos, Vice y Sechura, junto a sus párrocos. Todos ellos dieron un Sí, sin miedos, al llamado del Señor Jesús en sus vidas, demostrando así que la Iglesia es joven, que está llena de vida, y que es portadora de la verdadera esperanza para el mundo.

IMG_5195Durante el Encuentro, nuestro Arzobispo Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., luego de saludar a los jóvenes, les dirigió unas palabras: “Es nuestra fe en Jesús, nuestro amor y deseo de seguir a Cristo lo que nos ha traído aquí esta mañana, y lo que nos hace vivir un momento de celebración, de alegría, de gozo, y sentir que no hay diferencias o divisiones entre nosotros, sino verdadera unidad y amistad, fraternidad y solidaridad. En Cristo – continuó diciendo nuestro Arzobispo – está la fuente de nuestra unidad, porque Él es la verdad y el amor. Y solo en la verdad y en el amor, que para nosotros es una persona que tiene un rostro concreto, Jesús, el ser humano que soy yo, que eres tú, encuentra la posibilidad de construir con otros una auténtica fraternidad. He utilizado estas dos palabras, verdad y amor, porque ambas realidades se complementan: la verdad sin el amor es algo muy frio, y el amor sin la verdad es una realidad ciega. La verdad necesita del amor para encender con su calor nuestros corazones y nuestras vidas, y el amor necesita de la verdad para que le sirva de guía y éste no se desvíe y se convierta en una pasión”.

IMG_5126Más adelante Monseñor Eguren les dijo: “La vocación es un llamado de Dios a cada persona humana, y al que cada uno de nosotros ha de responder. Este llamado de Dios se da en tres etapas. La primera etapa es la llamada a la vida que es un regalo de Dios: la creación es un acto de sobreabundancia del amor de Dios que quiere compartir su vida y su ser, y por eso surge todo lo creado y surge el ser humano que, a diferencia de todos los demás seres de la creación, es el único creado a imagen y semejanza de Dios, y por lo tanto creado para la comunión con Dios, para conocerle primero en este mundo por la fe, y después podamos verle en el cielo cara a cara y ser en todo semejantes a Él, como dice San Pablo. Hay una segunda etapa que se construye sobre la primera: Dios no sólo te llamó a la vida sino que te llamó a la fe. En esto también colaboraron tus padres, doblemente progenitores de sus hijos, porque no sólo han engendrado a sus hijos para la vida natural sino que les compartieron su fe.  Este llamado a la fe es un llamado a la vida IMG_5150en Cristo que tenemos todos los que hemos sido bautizados y formamos parte de la Iglesia. Es nuestra vocación común a la vida en Jesús, el hombre nuevo y perfecto. Mientras más crezca esa vida de Jesús en mí, más libre, más pleno y feliz voy a ser. Y es aquí donde aparece la tercera etapa: Dios que me ama tanto, me llama a algo particular y especial en mi vida, y eso es lo que tenemos que buscar y descubrir: si me llame al sacerdocio, a la vida consagrada religiosa o al matrimonio. Esto lo encontraremos viviendo una vida cristiana sincera, autentica, responsable, es decir: reza, confiésate con frecuencia, no dejes la misa del domingo con su comunión, medita en la palabra de Jesús, estudia tu fe en la catequesis, participa de la vida de tu parroquia, forma con otros jóvenes grupos de reflexión, de apostolado, de animación, de servicio, de caridad, y tenle mucha devoción a la Virgen. Es cierto también que Dios va respetar siempre nuestra decisión libre, y si no queremos abrirle la puerta de nuestro corazón Él no va a imponerse. Pero, jóvenes, Él quiere lo mejor para nosotros porque nos ama. Por ello no tengamos miedo de darle un Sí generoso”, concluyó nuestro Pastor.

IMG_5201A lo largo del Encuentro Jubilar los jóvenes participaron de diversas actividades como charlas, diálogos en grupo y momentos de oración con la finalidad de brindarles un espacio de encuentro personal con el Señor Jesús, para redescubrir la belleza de la vida cristiana y fortalecer su respuesta y participación en la misión de la Iglesia en la construcción de un mundo más humano, más fraterno, justo y reconciliado.

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